Porriño ha salido hoy a la calle para expresar su rechazo y preocupación por el tiroteo en plena fiesta de pedida que celebraban en familia los "Zamoranos", que en la madrugada del sábado se saldaba con 15 disparos y dos heridos de bala pero que podía haber sido una verdadera masacre.

Todo sucedía durante una pedida de mano organizada por los "Zamoranos" en el polideportivo de torneiros. En la fiesta participaban unas 60 personas y dos jóvenes de 16 y 18 años resultaban heridos.

Precisamente, el padre del mayor de ambos, que recibió un tiro en la espalda, agradecía en el acto de esta mañana el apoyo de los grupos políticos y los vecinos que están siendo una "fuerza esencial". Luis Miguel Jiménez también aprovechaba para explicar que su hijo se encuentra "con mucho malestar y dolor" pero ya en casa.

La alcaldesa de Porriño, Eva García, subrayó el "firme rechazo a cualquier tipo de violencia" y calificó el suceso no de "una pelea entre gitanos" sino de un "atentado contra la convivencia pacífica". " Los zamoranos son nuestros vecinos, los necesitamos viviendo aquí, viven en paz, trabajan con tranquilidad y viven en familia, no podemos permitir que haya nadie que altere esa convivencia pacífica", concluía antes de que arrancase el minuto de silencio.

Las fuerzas de seguridad buscan a Juan Paulo, hermano de Sinaí Giménez Jiménez -jefe del clan de "Los Morones" y rey de los gitanos gallegos- como presunto autor de los disparos y han identificado a una de las personas que le acompañaban.