El colegio público de Quintela, en Redondela, conseguirá por fin este año la renovación de su cubierta, una demanda que reclamaba la Asociación de Padres (ANPA) y la dirección del centro desde hace más de un lustro. La Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria se comprometió a cambiar el tejado del edificio durante un encuentro mantenido por el jefe territorial de Educación, César Pérez Ares, con el alcalde de la localidad, Javier Bas, en el que además trataron la construcción de un comedor en el centro escolar.

Según explicó Pérez Ares, se trata de dos actuaciones prioritarias en el programa de reformas, acondicionamientos y mejoras de los centros escolares, y no serán las únicas que se aborden durante este ejercicio. En la reunión, a la que además asistieron la concejala de Ensino, Teresa París, miembros de la unidad técnica y del servicio de inspección de la Consellería y de la ANPA del colegio, se acordó estudiar la viabilidad de otras demandas expuestas por la comunidad educativa.

En este sentido, el jefe territorial, quien acentuó la importancia de llevar a cabo la reforma de la cubierta, con un presupuesto estimado de 90.000 euros, hizo especial hincapié en la construcción del nuevo comedor escolar, un servicio que "facilitará la conciliación de la vida laboral y familiar" a los padres de los alumnos. Respecto a este asunto, aseguró que la carencia del comedor es uno de los motivos "por el que muchos los padres se decantan por otro colegio para sus hijos", por lo que su puesta en marcha es una actuación de máximo interés para este centro.

El responsable provincial de Educación expresó su compromiso para estudiar la viabilidad de un comedor y en la reunión se habló de dos alternativas para su localización que deberán ser ratificadas por el Consello Escolar y sometidas al criterio del claustro de profesores.

Afectado por un temporal

La comunidad educativa del colegio de Quintela llevaba desde 2012 reclamando a la Consellería de Educación la renovación del tejado del centro por el deterioro que presentaba, sobre todo después de que en febrero de 2011 se produjera un desprendimiento a causa de un temporal. La cubierta sufrió en aquel momento importantes desperfectos al caer al suelo un bloque de unos veinte metros cuadrados, un contratiempo que obligó a suspender temporalmente las clases mientras se realizaron las reparaciones. Estas medidas se consideraron provisionales hasta que se procediera a la renovación completa de tejado, construido en uralita hace veinticinco años. Una medida que llega ahora, siete años después.