El nuevo colegio Igrexa en Chapela no será una realidad hasta el curso 2019/20. Ese es el plazo fijado ayer por el conselleiro de Educación e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez, y la titular de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, Beatriz Mato, durante una reunión mantenida ayer en Concello de Redondela con el alcalde, Javier Bas, a la que también asistieron miembros de la corporación municipal y de la comunidad educativa para analizar la situación de la construcción del nuevo recinto escolar en los terrenos de la "Finca da Ginaria", en Cidadelle. Los responsables de la Xunta presentaron la solución adoptada para la tramitación urbanística de la obra, así como el proyecto de ejecución del edificio del colegio, esto último por parte del propio arquitecto, Alfredo Díaz Grande.

Tanto la asociación de vecinos de Chapela como el colectivo de padres de alumnos expresaron su decepción con los plazos ofrecidos que califican de "inaceptables", ya que llevan más de un año y medio de tramitaciones y en distintas ocasiones se había anunciado la fecha de apertura para el curso 2018/19.

El alcalde justificó el nuevo retraso debido que los cambios en la Lei do Solo obligan a reiniciar el procedimiento urbanístico, ya que se descarta la vía de la ley exprés aprobada por la Xunta para desatascar proyectos públicos urgentes o de especial interés. En este sentido, señaló que la viabilidad del proyecto exige la elaboración de un Plan Especial de Infraestruturas e Dotacións (PEID) ya que, según valoraron los técnicos, es la fórmula urbanística de mayor seguridad jurídica.

Los vecinos reprocharon a los responsables políticos que no les hubieran informado del cambio del procedimiento urbanístico y les acusaron de "falta de interés" y de "transparencia" en este asunto, que consideran que debía ser "prioritario" al estar en juego la seguridad de los niños, que tendrán que convivir con la autopista pegada a las aulas.

La conselleira de Medio, Beatriz Mato, expresó su compromiso "agilizar al máximo posible" los trámites ambientales del Plan Especial de Infraestruturas, un procedimiento podría prolongarse ocho meses "a partir del momento en que el Concello remita el documento completo a la Xunta". Mato consideró oportuno informar a la corporación redondelana y a la comunidad educativa sobre el estado actual del proyecto, así como de los pasos a seguir de cara a la aprobación del PEID, la fórmula urbanística que garantiza una mayor seguridad jurídica.

Tanto Bas como los técnicos municipales evitaron fijar ante los vecinos un plazo para la nueva tramitación municipal, una gestión que la edil de Urbanismo, María del Carmen Amoedo, calcula que puede estar lista para enviar a la Xunta en unos dos meses.