El uso de la depuradora de Baiona por parte del vecino municipio de Oia no planteará conflicto entre ambos concellos, siempre y cuando quede restringido exclusivamente al barrio limítrofe de As Mariñas, en la parroquia de Mougás. Así lo aseguró ayer el alcalde baionés, Ángel Rodal, tras conocerse el proyecto de saneamiento de la zona que la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio llevará a cabo en los próximos meses con la intención de conectarlo en el futuro con la instalación de Cabo Silleiro. El regidor deja claro que la planta de tratamiento de aguas fecales "es de Baiona" y que el ayuntamiento "no estaría por la labor" de prestársela a la totalidad del ayuntamiento contiguo, como sugirió su homóloga oiense, Cristina Correa.

El Concello baionés ha aceptado desde el primer momento la propuesta de la Xunta y del Concello de Oia para que los vecinos del citado barrio viertan a su Estación Depuradora de Augas Residuais (EDAR). "Hemos tenido conversaciones con la alcaldesa y hemos mostrado en todo momento nuestra colaboración. Es sensato que esas pocas casas y el hotel balneario Talaso Atlántico se conecten porque ello no trastocará la capacidad de nuestra instalación, planteada para 30.000 habitantes. Otro tema sería que todo Oia vertiese aquí", advierte.

Rodal recuerda que fue el Concello de Baiona el que abonó las expropiaciones de terrenos para ubicar la EDAR, inaugurada en 2010, y que "de entrada, la planta no se pensó para asumir el tratamiento de las aguas residuales de Oia". Así que la conexión de todo el municipio vecino sería un "futurible" que "jamás se ha puesto sobre la mesa", dice.

En cualquier caso, avisa de que deberá ser la Xunta la que busque una solución a los problemas de saneamiento de Oia. Y en su opinión, el enganche integral con Silleiro resultaría "muy costoso". Medio Ambiente invertirá 200.000 euros en la red de alcantarillado de As Mariñas en los próximos meses. Todavía se desconoce el presupuesto para llevar un colector, en una futura fase del proyecto, hacia la depuradora baionesa, ubicada a tan solo un kilómetro de distancia. "No creo que interese a la Xunta colocar tuberías para llevar las aguas fecales de todo el territorio de Oia hasta Cabo Silleiro a lo largo de más de diez kilómetros", recalca Rodal.