La propia delegada de la Xunta en Vigo, María José Bravo Bosch, se dirigió al alcalde ayer para garantizarle medidas para resolver el problema de insalubridad que el claustro del IES Val Miñor denuncia desde hace años, corroborado en las últimas semanas por la Inspección del Trabajo en Pontevera.

Un informe de este organismo del Ministerio de Empleo y Seguridad Social advierrte de la presencia de fibra de vidrio y amianto en la estructura del centro educativo y de los riesgos para la salud que supone su inhalación, dado que son materiales catalogados como cancerígenos. Los técnicos del departamento dan tres meses a la Xunta para tomar medidas que aporten una solución.

Aunque la Consellería de Educación descartó el peligro la semana pasada y aplazó las posibles reparaciones hasta el próximo curso, Bravo Bosch aseguró a Juan González, según él mismo informó ayer, que el Ejecutivo gallego trabaja ya en las posibles alternativas para resolver el problema "cuanto antes".