Hallan la única lápida conocida de un abad del monasterio de Oia en un alpendre

El "hallazgo arqueológico del año" acaba de producirse en Oia. Así lo define el arqueólogo Fernando Javier Costas Goberna, tan sorprendido y entusiasmado con el descubrimiento de la única lápida conocida de un abad del monasterio cisterciense de la localidad, como los vecinos del barrio de O Arrabal, el casco antiguo del municipio, donde apareció la pieza. La fotógrafa artística Lorena González, que reside en el entorno, lo encontró por casualidad en un alpendre a pocos metros de su casa y enseguida trasladó la noticia vía sms al experto, que preside la Asociación Cultural Amigos do Mosterio de Oia (Acamo).

Se desconoce por el momento en qué época podría haberse colocado la losa en el recinto del cenobio cisterciense del siglo XII ni a cuál de los 140 abades que lo regentaron hasta 1835 pertenece. Habrá que esperar los resultados de los estudios sobre la pieza para conocer estos detalles. Lo que está claro es que se trata de una lápida y que pertenece a la Orden del Císter. Costas Goberna no tuvo dudas en cuanto vio las inscripciones. Un báculo acabado en espiral, símbolo de la citada orden, centra el grabado sobre el granito. A ambos lados, aparecen diversas letras que habrá que descifrar. Por el momento, las más claras corresponden con la abreviatura "Abbs", que significa abades, según explica el arqueólogo, cuyas sospechas sitúan el origen de la tumba en el siglo XVI.

Acamo informó ayer del descubrimiento tanto al Concello de Oia como a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta para que tomen medidas al respecto. A la espera de que lo hagan, el colectivo cultural realizará un estudio para extraer el máximo de información posible e incorporar la losa al material de divulgación que sobre el conjunto monacal de Oia realiza en los últimos años.