Vecinos del barrio de As Escubelas, en Mougás, comprobaron a primera hora de ayer que el antiguo cruceiro que adorna la zona se encontraba partido en tres trozos. Había caído del pedestal que lo sostenía durante la madrugada. La noche había sido tranquila en cuanto a lluvias y rachas de viento, por lo que todo apunta a que los destrozos habrían sido intencionados.

Los vecinos del entorno, que no ocultan su indignación por lo ocurrido, no escucharon ningún ruido sospechoso. No obstante, el alcalde, Alejandro Rodríguez, acudió al lugar para comprobar los daños causados al bien patrimonial y llamó a la Guardia Civil. Hoy mismo presentará una denuncia en el cuartel.

Las hipótesis acerca de lo ocurrido son diversas. Los lugareños coincidían en sospechar que alguien habría intentado robar la pieza, cuya antigüedad se desconoce, aunque el regidor considera que "podría tener dos o tres siglos".

Señalaban que unos desconocidos habrían tratado de llevarse el crucifico pétreo, pero que lo habrían dejado en el suelo al romperse.

La obra de cantería pesa en torno a los 150 kilos, según los cálculos de los vecinos, que lo recogieron junto al pilar, ahora vacío, y lo guardaron en un garaje para evitar más daños.

El regidor indicó que tramitará una solicitud a la Dirección Xeral de Patrimonio para repararlo. Adelantó incluso que su rehabilitación "no será complicada", dado que podrían pegarse los dos trozos que sostienen los brazos de la imagen de Jesucristo y adherir así el cruceiro a la columna.