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BAIXO MIÑO

La catedral de Tui luce sus "sambenitos" como piezas históricas excepcionales

El templo los mostró colgados desde el año 1617 a 1763 para divulgar las penitencias por prácticas judaizantes

La catedral de Tui luce sus "sambenitos" como piezas históricas excepcionales

El interés del público por la historia de la presencia judía en Tui se constata con la asistencia de más de 300 personas a la visita guiada nocturna realizada el pasado viernes a vestigios judíos, como son las antiguas cárceles, dentro de las Jornadas Europeas de la Cultura Judía que se desarrollan en la ciudad. Las piezas excepcionales de los "sambenitos" fueron ayer el objetivo principal de la visita al Museo Diocesano donde se guardan estas telas que, según se precisó, permanecieron colgadas en la catedral tudense durante dos siglos para perpetuar la memoria de la penitencia impuesta a reconciliados por sus prácticas judaizantes.

El historiador Rafael Sánchez Bargiela relató, ante los lienzos, la historia de dos telas que desaparecieron a propósito, debido a que un joven descendiente de judíos quería casarse y quiso evitar que se truncase su unión si se le aplicaba el estatuto de limpieza de sangre que aprobó el cabildo de la catedral de Tui en el año 1601. Estas telas, en las que aparece la cruz de San Andrés, son un libro abierto para los historiadores tudenses. Algunas de ellas son copia de las originales que se rehacían para exponer la penitencia durante siglos.

La familia Coronel, a primeros del siglo XVII, es la protagonista principal de su lectura. Se trata de conversos bautizados que se instalaron en la zona y que tenían familiares en varios lugares de Europa. Uno de los miembros de la familia, Francisco Coronel, con un pariente banquero en Roma, consiguió que el papa le nombrase canónigo de la catedral de Tui, accediendo a la vacante, al enterarse veinte días antes que los demás aspirantes. El cabildo montó en cólera y no permitió que tomase posesión y en el año 1601 fue la primera institución gallega que aprobó el estatuto de limpieza de sangre, para que se demostrase que los ascendientes eran cristianos antiguos. El fin era invalidar el nombramiento de Coronel, que tenía un abuelo judío. Roma aprobó el estatuto 16 años después y sin efecto retroactivo. En ese tiempo se promovieron investigaciones inquisitoriales y comenzaron varios procesos.

Sánchez Bargiela documentó verbalmente al auditorio sobre el papel de la Inquisición en Galicia antes de centrarse en los "sambenitos" que se colocaban en las parroquias de los condenados, o el santo bendito, que también llevaban vestido los penitentes. Hizo distinción entre los reconciliados, acusados que asumen una penitencia y los relajados que la Inquisición entregaba a la justicia civil para su condena a muerte.

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