Mientras al casco histórico baionés empezaban a llegar los primeros viajeros en el tiempo con el anhelo de adentrarse en pleno siglo XV, las autoridades cumplían el protocolo moderno ante el monumento a Martín Alonso Pinzón. Allí el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, fue el encargado de inaugurar los festejos con un discurso bilingüe, en el que empleó el castellano y el gallego, y con el que estableció un paralelismo entre el Camino de Santiago, que une Europa "con el corazón de Galicia" y el "camino que discurre por el mar y tiene como destino Baiona".

El titular del Gobierno autonómico señaló en este sentido que con la llegada de la carabela "La Pinta" a la playa baionesa de Ribeira "nace la vocación americana de Galicia, que deja de ser [en 1493] el fin de la Tierra [...] para converterse nunha Galicia aberta, cosmopolita e plural, xerme dun mundo sen fronteiras", indicó.

Núñez Feijóo fue el encargado de cerrar un acto en el que estuvo acompañado por el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña, el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, la delegada de la Xunta en Vigo, Lucía Molares, el presidente del organismo Turismo Rías Baixas, José Manuel Figueroa, así como los regidores municipales de los pueblos hermanos, varios cónsules y autoridades militares, además de miembros de las corporaciones municipales de los ayuntamientos de la comarca miñorana, entre ellos sus alcaldes: Efrén Juanes, de Nigrán, y Martín Urgal, de Gondomar.

Inflexión histórica

En su discurso, el regidor baionés aseguró que "la crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer", palabras que tomó prestadas del dramaturgo alemán Bertolt Brecht para identificar el momento actual con la inflexión histórica que supuso el descubrimiento del continente americano a finales del siglo XV.

Vázquez Almuiña también recordó a los baioneses que se vieron obligados a emigrar, a los marineros que se encuentran lejos de sus casas "y que sufren a diario los temporales o la piratería", a las víctimas de las últimas catástrofes naturales de Haití, Chile, Madeira y Francia, y a los miembros del Ejército español que cumplen su labor en misiones internacionales.