El río Miño es un privilegio para los amantes de los deportes náuticos. Esta semana ocho alumnos del Club Náutico San Telmo han aprendido a esquiar en sus aguas.

En cuatro sesiones las clases de José Ramón Garrido, monitor titulado por el club y secretario de la Federación Gallega de Esquí Náutico, han surtido efecto. Todos los alumnos aprendieron a esquiar.

Aunque no todos se atreven con un solo esquí, sí aseguran haberle cogido el gusto a este deporte acuático y tienen intención de seguir mejorando en cursos sucesivos.

"Lo que más cuesta al principio es la salida, cuando estás sumergido y la embarcación comienza a tirar", comenta Carlos Alonso, de 16 años, que reside en Barcelona y se apuntó al curso con su hermana, aprovechando las vacaciones en Tui.

Para quienes estén interesados en comenzar en este deporte José Ramón Garrido asegura que "la postura es esencial, lo importante es que alguien te corrija para saber qué estás haciendo bien y qué no".

Una embarcación de 50 caballos, unos esquíes de 180 euros, una cuerda de 20 euros y un chaleco de neopreno son suficientes para comenzar.