Historia de una salvación

Un Celta en decadencia con Rafa Benítez logró salvar la 12ª temporada consecutiva en Primera División gracias a la apuesta del club por un Giráldez que confió en la cantera para reflotar el proyecto del centenario

Partido entre el Real Club Celta de Vigo y el Athletic Club de Bilbao en el estadio Abanca Balaídos. El entrenador local, Claudio Giráldez, Franco Cervi, Iago Aspas, Manquillo y Fran Beltrán aplauden a los aficionados al término del encuentro.

Partido entre el Real Club Celta de Vigo y el Athletic Club de Bilbao en el estadio Abanca Balaídos. El entrenador local, Claudio Giráldez, Franco Cervi, Iago Aspas, Manquillo y Fran Beltrán aplauden a los aficionados al término del encuentro. / Marta G. Brea

A trancas y barrancas salvó el Celta una nueva temporada en Primera División con su triunfo en Granada (1-2), y ya acumula doce años consecutivos en la élite desde su último ascenso en junio de 2012. La campaña que todo el celtismo esperaba con alegría, por el centenario del club, y tranquilidad, por la apuesta para el banquillo de un entrenador del prestigio internacional de Rafa Benítez, acabó convirtiéndose en una más de preocupaciones, sinsabores y agonías hasta el punto de que el club acabó recurriendo a un técnico de la casa como Claudio Giráldez para intentar evitar un descenso al que parecía condenado un equipo que solo había obtenido cinco victorias en 28 jornadas, teniendo que esperar hasta el 16 de diciembre para celebrar la primera en Balaídos, precisamente ante el Granada, el mismo rival ante el que selló la permanencia a falta de la cita con el Valencia del domingo que viene en Balaídos (16:15 horas). Con Giráldez, el equipo celeste volvió a jugar con descaro y valentía, defendiéndose con la pelota y ayudando al resurgir de la figura apagada hasta entonces de Iago Aspas, que ha liderado de nuevo a un equipo en el que los canteranos vuelven a ser protagonistas. Y así llegaron los triunfos que le distanciaron de las últimas posiciones de la tabla hasta salvar la complicada situación una jornada antes de la conclusión de un curso que pasará a la historia por la llegada de una mujer a la presidencia del club por primera vez, por el éxito del himno de C.Tangana y por una nueva demostración del inquebrantable apoyo del celtismo a su equipo. (“O Celta é a nosa vida”, canta Balaídos)

Adiós a Campos y a Benítez

El Celta iniciaba la temporada 2023-24 de la mano de un tándem que acumulaba importantes éxitos internacionales en el deporte rey. El mal arranque del equipo celeste, en el que influyeron decisivamente los reiterados y graves errores arbitrales, resquebrajó, primero, la confianza del club en Luis Campos, que compaginaba con el PSG francés las labores de asesor deportivo externo. El acuerdo con el portugués se disolvió antes de que finalizara el año. Se apostó entonces como sustituto por Marco Garcés, que llegaba a Vigo procedente del Los Ángeles FC y con una dilatada trayectoria en el Pachuca mexicano, donde conoció a la familia Mouriño. Garcés sería clave en el relevo en el banquillo tras caer el Celta por goleada en el Bernabéu un día después de que el Cádiz superase al Atlético de Madrid y el Celta volviese a situarse a dos punto del descenso a falta de diez jornadas para concluir el campeonato.

Apuesta por un Porriñés

En sus primeros meses en Vigo, Garcés se había empapado del trabajo de la cantera en A Madroa, donde el filial céltico era el espejo para los más jóvenes después de que en el primer equipo fuesen perdiendo presencia los jugadores de casa hasta el punto de que ante el Almería se rompiese una racha de 15 años seguidos con algún canterano en el once titular. El 13 de marzo, Garcés presentaba en la ciudad deportiva Afouteza a Claudio Giráldez González (O Porriño, 1988) como primer entrenador del Celta en sustitución de Benítez. Con esta elección, el club también coincidía con la opinión de la mayoría del celtismo, que seguía con entusiasmo los éxitos del Celta Fortuna y valoraba el alegre estilo de juego de los jóvenes que incluso llegaron a liderar la Primera RFEF.

Hugo Álvarez recibe la felicitación de Aspas tras el gol del Athletic, junto a Sotelo y Domínguez

Hugo Álvarez recibe la felicitación de Aspas tras el gol del Athletic, junto a Sotelo y Domínguez / EFE

Giráldez, estreno triunfal

Días después, el Celta de Giráldez hacía su estreno en el Sánchez Pizjuán con un once en el que el nuevo entrador dejaba claro cuál sería su apuesta: un juego más dinámico y valiente, con jóvenes de la cantera como Hugo Álvarez y Damián Rodríguez, a los que incorporó a la primera plantilla, y devolviéndole a Iago Aspas el protagonismo con el balón que había perdido con Benítez. Con cuatro canteranos en el once titular (Carlos Domínguez, Hugo Sotelo, Iago Aspas y Hugo Álvarez), el Celta daba la sorpresa en Sevilla tras remontar el gol inicial de En-Nesyri para conseguir una victoria que devolvió la ilusión y el optimismo por el proyecto deportivo del centenario. El Celta ampliaba de nuevo a cinco puntos la diferencia con el Cádiz, que cerraba la zona de descenso, y con ese colchón Balaídos se preparaba para recibir a Giráldez como un héroe local. Ese día ante el Rayo Vallecano, el equipo celeste no pasó del empate sin goles, pero encadenaba dos jornadas sin perder y la imagen del equipo llenaba de satisfacción e ilusión a la mayor parte de un celtismo que entonces sí se convencía de que la temporada del centenario podía acabar bien para los intereses del equipo vigués.

Aprovechar los recursos

Desde el primer momento, y siguiendo el plan que llevó a cabo con éxito en el filial, Giráldez ha sabido aprovechar todos los recursos de la extensa plantilla que se encontró en el primer equipo. De pronto, jugadores marginales para Benítez recuperaron el protagonismo en un equipo que cada jornada introducía dos o más novedades en un once al que le cuesta arrancar en los partidos pero que suele acabarlos de la mejor manera y con las cinco opciones de recambio siempre agotadas para afrontar los momentos claves en las mejores condiciones físicas posibles. Y así fueron cayendo las victorias, hasta cinco en nueve jornadas, para sacar al equipo de las profundidades de la clasificación.

El ‘efecto claudio’

De hecho, el Celta con Giráldez solo ha necesitado nueve jornadas para sumar las mismas victorias que el de Benítez en los 28 partidos de Liga que el madrileño dirigió al Celta antes de concluir su millonario contrato en Vigo. Algo que agradece también la afición es que con el nuevo técnico los mejores resultados hasta el momento se hayan dado en Balaídos, por lo que disfrutan más directamente de los éxitos de su equipo. De hecho, en las cuatro ocasiones que Giráldez ha dirigido al Celta en Vigo se han producido tres triunfos (Las Palmas, Villarreal y Athletic Club) y un empate (Rayo Vallecano). Esas victorias, además, han llegado después de que los célticos protagonizaran remontadas épicas, por lo que los niveles de alegría, en unas gradas que arrojan récords de asistencia desconocidos en los últimos 17 años, han alcanzado máximos históricos en la última fase de una temporada que meses antes amenazaba con acabar en sonoro fracaso.

Sexto mejor equipo

Con Giráldez a los mandos del equipo, el Celta ha protagonizado un excelente tramo final de temporada que le ha llevado a sumar 16 puntos en las nueve últimas jornadas. Con esos registros, el conjunto vigués se codea con los mejores de la clasificación general. Desde la llegada del entrenador de O Porriño, el Celta sería sexto, por detrás de Real Madrid (25 puntos), Barcelona (21), Atlético de Madrid (18), Villarreal (17) y Real Sociedad (17). Iguala así a un Girona que ya tiene asegurada la tercera plaza, y supera a un Athletic Club que finalizará en el quinto peldaño después de ganar la Copa del Rey.

Como Berizzo y Coudet

El excelente final de curso del Celta bajo la batuta de Giráldez sitúa al entrenador louriñés a la altura de predecesores como Eduardo Berizzo y Eduardo Coudet, que también alcanzaron los 16 puntos en los nueve primeros partidos que dirigieron al equipo gallego. Desde el regreso del club celeste a Primera División en 2012, los peores resultados en sus primeros partidos los ostentan Rafa Benítez y Luis Enrique Martínez, que no pasaron de los 6 puntos en las nueve primeras jornadas del campeonato. Paco Herrera, destituido en ese curso de regreso a la élite, obtuvo 10 puntos, los mismos que su sucesor, Abel Resino. Entre ambos consiguieron que el Celta salvase de milagro la permanencia en el último partido. Esa fue una de las cuatro temporadas hasta el momento en la que el conjunto vigués evitó el descenso en los minutos finales del campeonato. Las anteriores ocasiones fueron en 2019 (con Fran Escribá), en 2020 (con Óscar García Junyent) y en 2023 (con Carlos Carvalhal). Tras estas angustiosas experiencias, el club que ahora preside Marián Mouriño apostó por un técnico laureado y experimentado como Benítez. Pero tuvo que aparecer Giráldez para que la Liga 2023-24 tuviese un final feliz para el Celta.

Al Rescate de aspas

Giráldez se adaptó a lo que había en una plantilla muy amplia, a la que el club añadió en enero a Jailson, a Manquillo y a Allende por petición de Benítez. Lo que quedó claro desde un primer momento es que el plan de juego del porriñés favorecía a un Iago Aspas que parecía haber enfilado hacia su despedida del fútbol entre partidos en el banquillo y actuaciones mediocres por no sentirse cómodo con los planteamientos tácticos del madrileño. Tres goles ha sumado Aspas en nueve partidos con Giráldez, frente a los 5 en 28 citas con Benítez. Además de recuperar parte de su efectividad en el remate, la leyenda celeste contribuyó a mejorar a sus compañeros sin necesidad de quemar sus energías en esfuerzos inútiles en busca del balón. Ante el Granada, Aspas tuvo una mediocre actuación pero en sus pies nacieron las dos triangulaciones que acabaron en los goles de Larsen y de Bamba tras asistencias de Sotelo y del delantero noruego. “Claudio ha significado mucho en estos meses”, reconoció el moañés tras la victoria en Granada, que supone otro año más en la élite y con Aspas agotando su vigente contrato con el Celta.

En el ‘top ten’ de la liga

De hecho, el Celta es uno de los ocho clubes de Primera que se mantiene en la máxima categoría en los doce últimos años. Asimismo, continuar un año más en la élite permite al equipo gallego superar al Zaragoza en la clasificación histórica de LaLiga. El Celta y el Betis, que a partir del próximo mes de agosto afrontarán la 59ª temporada en la máxima categoría, ya solo tienen por delante de esa clasificación histórica a Real Sociedad (78), Sevilla (81), Espanyol (87), Atlético de Madrid (88), Valencia (90), Athletic Club, Barcelona y Real Madrid (94). Así pues, el Celta entra en el ‘top ten’ de los históricos del fútbol español, mientras que desde 2012 comparte el primer escalón del fútbol español sin interrupción con Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Athletic Club, Valencia, Real Sociedad y Sevilla.

“Hemos sido valientes”

Nada más certificar en Granada la decimotercera temporada consecutiva del Celta en Primera División (el segundo periodo más largo de su historia tras los catorce años entre 1945 y 1959), Giráldez destacó desde la sala de prensa de Los Cármenes que parte de ese éxito radicaba en la puesta en escena del equipo: “Hemos sido valientes” . Esa valentía se reflejaba en cada once inicial celeste con al menos cuatro canteranos, varios de ellos incluso con ficha del filial todavía. El mejor ejemplo llegó en el partido contra el Athletic Club, que se había adelantado en el marcador con un gol olímpico de Berenguer. Giráldez, que acierta más en la lectura de los partidos en marcha que en cómo afrontarlos de inicio, actuó con precisión en el descanso para dar entrada a Aspas, Hugo Álvarez y Mingueza. Había reservado a los tres de inicio como parte del plan de rotaciones para afrontar con el menor desgaste físico posible tres partidos en una semana. Y la comprometida situación la arreglaron Hugo Álvarez, con un gran gol y una asistencia a Williot, y la dirección del juego de un Damián Rodríguez que celebraba su tercera titularidad en Primera División con el mismo técnico que lo rescató del Celta C Gran Peña para sustituir a un Hugo Sotelo que brilló en la pretemporada con Benítez pero que acabó relegado a la suplencia cuando el madrileño reclamó con insistencia que el equipo necesitaba más músculo para el centro del campo del Celta. Sotelo ha vuelto al equipo titular, al igual que Carlos Domínguez, a los que se añaden los que llegaron con el entrenador gallego: Hugo Álvarez y Damián Rodríguez. El ourensano ha jugado siempre y en distintas posiciones, como ejerciendo de talismán y el chico que mejor conoce los nuevos conceptos que quiere introducir Giráldez. Desde su nueva atalaya, Giráldez no se olvida de la cantera. “Esta es la fuerza de este club, lo que nos hace distintos y grandes”, proclamaba en su presentación como máximo responsable del primer equipo celeste, y con esa idea afronta su etapa en el Celta, que le renovó el contrato hasta junio de 2025.

Objetivo clasificatorio

El Celta se ha situado en la decimocuarta plaza tras sumar los tres puntos en juego ante el Granada. Es la posición más alta desde que en las primeras jornadas del campeonato alcanzase el decimotercer puesto. Mejorar posiciones en la clasificación supone mayores ingresos para el club. El año pasado, con Carvalhal, el Celta se jugó la permanencia en la última jornada y la victoria ante el Barcelona le llevó hasta el puesto 13º al concluir el campeonato. Eso supuso un ingreso a mayores de 7,1 millones de euros, frente a los 3 que recibió el equipo que finalizó decimoséptimo (el Almería). A falta de una jornada para el cierre del curso, los célticos tienen la posibilidad de ganar una plaza. Para ello tienen que sumar los tres puntos ante el Valencia y que el Sevilla no gane al Barcelona en el Sánchez Pizjuán. En ese caso, el equipo vigués repetiría la misma clasificación final que el año anterior y sus ingresos extras superarían los 7 millones de euros, frente a los alrededor de 6,2 millones que le corresponderían si finaliza decimocuarto. No podrá alcanzar al Getafe, con tres puntos más, pues en caso de empate los madrileños finalizarían por delante en la tabla al tener ganado el golaverage particular con el Celta después de empatar en Balaídos y ganar en el Coliseum.

“Ambición” para el futuro

Con la victoria ante el Granada, el Celta ya puede comenzar a planificar la nueva temporada con Giráldez. El club gana así casi mes y medio con respecto a anteriores cursos en los que cambió de entrenador. El técnico de O Porriño ya lanzaba el domingo desde la ciudad andaluza sus primeros mensajes para abordar el futuro. “La sensación es que puede haber empezado algo bonito para el club. El año que viene tendremos otros objetivos. Ojalá podamos construir un equipo para algo más”, son algunas de las frases que pronunció el entrenador del Celta pensando en la próxima temporada. Aunque primero, el club tendrá que abordar la reducción de una plantilla que supera la treintena de jugadores con los que están cedidos en otros clubes. Además, Giráldez intentará conseguir algún refuerzo, aunque las incorporaciones estarán supeditadas a los que el club venda o les busque una salida por no entrar en los planes de Giráldez. También habrá que tener en cuenta si alguno de los que ahora están en el filial también se incorporan al primer equipo.

“Tenemos un verano de bastantes cambios, con una plantilla muy grande. Hay que sacar a algún jugador, pero es el Celta y hay que tener la máxima exigencia”, proclamaba Iago Aspas al concluir el penúltimo compromiso de una temporada que vuelve a tener un final feliz para el Celta después de mucho sufrimiento. La historia de la salvación arrancó con la llegada al banquillo de Claudio Giráldez desde el filial y apostando por la cantera.

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