El cambio de dibujo altera las jerarquías

Mingueza y Hugo Álvarez encarnan el cambio de estilo del Celta, en el que ganan protagonismo Sotelo y Carles y mantienen su estatus Aspas, Larsen y Bamba

Hugo Álvarez, de espaldas, y
Mingueza marcan a Ayoze durante
la última visita del Betis a
Balaídos.  | // RICARDO GROBAS

Hugo Álvarez, de espaldas, y Mingueza marcan a Ayoze durante la última visita del Betis a Balaídos. | // RICARDO GROBAS / j. bernardo

El cambio de sistema propiciado por Claudio Giráldez ha modificado las jerarquías en el once del Celta. El 3-4-3 con carrileros profundos que propone el sucesor de Rafa Benítez ha dado un vuelco al modo del jugar del equipo celeste con entrada en escena de nuevos actores y cambio del papel que ejercían algunos de los jugadores que ya tenían galones con el preparador madrileño. Giráldez mantiene la defensa de tres centrales empleada por Benítez durante buena parte de la temporada por su predecesor, pero con diferente disposición táctica de las piezas sobre el tapete, línea de presión más adelantada y vocación de que el Celta sea protagonista desde la pelota. Crece el peso de los centrales en la construcción de la jugada y cambia la función de los laterales, que se comportan en fase ofensiva como extremos.

Dos jugadores encarnan el cambio: Óscar Mingueza, que retorna a sus orígenes, y Hugo Álvarez, figura emergente de la cantera que ha llegado al primer equipo de la mano del nuevo técnico para quedarse. Giráldez ha dado galones a Mingueza en una posición, la de central derecho, para la que lo habían descartado Carvahal y Benítez. El nuevo técnico se propone también aprovechar su polivalencia, pero sobre todo sus condiciones en la construcción de la jugada. “Hay pocos jugadores que saquen la pelota como él; que tengan esa capacidad para eliminar líneas en pase y salir en conducción. Luego es un jugador muy rápido para defender a la espalda y durante la semana nos hizo ver que iba a estar cómodo ahí”, explicaba Giráldez sobre el barcelonés en una reciente entrevista con este diario. Y tras su buen partido en el Pizjuán el barcelonés recogía el guante: “Es donde he jugado la mayor parte de mi vida y donde me siento más cómodo. Con este sistema de intentar sacar el balón con tres atrás, que era lo que se hacía en la cantera del Barcelona, por tiempo y por experiencia, me siento más tranquilo”.

El nuevo papel de Mingueza y la condición de zurzo y aseada salida de pelota de Carlos Domínguez ha permutado la jerarquía en el eje de la línea. Unai y Starfelt, los dos centrales más utilizados por Benítez, se disputan ahora la posición restante. El vizcaíno (y jugador del Celta con más minutos este curso) parece estar ligeramente por delante en el orden de preferencias del técnico, que recurrió a él en su estreno en el Sánchez Pizjuán por delante del sueco. Pero Starfelt, al igual que Jailson, tuvo también minutos contra el Sevilla, lo que sugiere que Giráldez alternará sus piezas según se amolden sus características a las necesidades del partido.

Pero la mayor novedad en el cambio de dibujo del Celta es el inesperado peso que ha adquirido Hugo Álvarez, un chico de apenas 20 años que hasta hace unos días defendía los colores del Fortuna. Giráldez parece decidido a que el joven canterano tenga en el primer equipo el mismo protagonismo que tenía con él en el filial. El ourensano le da al técnico “un plus de competitividad” para apretar a los que eran titulares y conoce “los automatismos” dentro de la estructura de juego. “Me gustó la personalidad con que jugó, cómo se atrevió. Esto no significa que vaya a jugar todos los partidos de titular, pero sí que estará en disposición de serlo”, comentaba el técnico de su pupilo tras el duelo del Sánchez Pizjuán. Y añade otra ventaja: la versatilidad y capacidad asociativa del chico le permite jugar como carrilero avanzado o como extremo puro, en la demarcación que habitualmente viene ocupando Jonathan Bamba.

Hugo Álvarez ha adelantado a Manu Sánchez y Mihailo Ristic, los dos laterales zurdos que se habían repartido la titularidad, como primera opción para el carril izquierdo. Por lo que respecta al derecho, Javier Manquillo repitió en la titularidad, con la interesante novedad de que Giráldez no dudó en echar mano de Carles Pérez, marginado por Benítez, cuando necesitó dar un plus de filo a la banda tras la lesión de Manquillo. El buen desempeño del catalán, autor del gol que propició la remontada, lo sitúa como una de las novedosas alternativas para el nuevo dibujo que propugna el preparador louriñés.

En medio campo, la gran novedad fue Hugo Sotelo, ausente desde las primeras jornadas, como acompañante de Fran Beltrán, en el eje de la medular. El canterano tiene condiciones diferentes al resto de sus competidores y firmó un notable encuentro, aunque queda por ver si su titularidad tiene que ver con sus características o se vio favorecida por las lesiones de Renato Tapia y Luca de la Torre y fue, por tanto, circunstancial. A la novedad de Sotelo se sumó, desde el banquillo, la de Damián Rodríguez, otro chico que conoce perfectamente el paño y que puede ser el siguiente del Fortuna en dar el paso.

La única línea que no sufrió alteraciones fue la de ataque. Larsen, Aspas y Bamba conformaron también con Giráldez el frente ofensivo, con el moañés al mando de las operaciones en el último tercio de cancha. Instalado en campo contrario y con más socios con los que combinar, a la estrella del Celta se le vio muy cómodo con el nuevo estilo de juego.

Unai Núñez encadena 15 partidos apercibido

Unai Núñez es el jugador del Celta con más minutos sobre sus espaldas esta temporada. El vizcaíno es el primero en este apartado en el equipo vigués (2.608 minutos) y el segundo jugador de campo en participación en LaLiga tras el franjirrojo Florien Lejeune, al que superará este domingo si el céltico dispone de minutos frente al Rayo, por estar el central francés sancionado.

Unai lidera la participación en el Celta a pesar de estar apercibido de sanción desde la decimocuarta jornada, cuando vio la cuarta cartulina del curso en Mestalla. Encadena desde entonces 15 encuentros consecutivos a una tarjeta de la suspensión. En similares circunstancias se encuentra Jörgen Strand Larsen, con cuatro amarillas también sobre sus espaldas, si bien el delantero danés fue amonestado por última vez durante la visita del Barcelona a Balaídos y solo lleva jugando cuatro partidos al borde de las suspensión. Unai y Larsen encabezan el escalafón de minutos jugados con el Celta y el noruego es además el único jugador de campo de LaLiga que ha iniciado todos los partidos.

El único en cumplir ciclo de tarjetas ha sido, por el momento, Iago Aspas, quien recibió la quinta amarilla hace cuatro jornadas, durante la visita del Cádiz de Balaídos.

Unai no solo es el jugador del Celta que más minutos carga sobre sus espaldas. El de Sestao es también el líder del equipo y de LaLiga en recuperaciones, está entre los mejores del campeonato en intercepciones y despejes y es uno de los jugadores que más toques con la pelota da en zona defensiva.