Giráldez visto por sus compañeros: “Valiente, fiable e innovador”

La elección de Claudio Giráldez como entrenador del Celta aspira a completar el proyecto de cantera por el que apostó el club

Claudio, durante su primer entrenamiento.

Claudio, durante su primer entrenamiento. / Alba Villar

El Celta se embarcó hace tiempo en una apuesta por la cantera que dio excelentes resultados con la llegadas de numerosos futbolistas al primer equipo y traspasos millonarios que culminaron con el de Gabri Veiga el verano pasado al Al-Ahli por unos 30 millones de euros. A ese proyecto de cantera le faltaba la guinda, que uno de los entrenadores de formación alcanzase también la élite.

El círculo se cerró el martes con el anuncio de que Claudio Giráldez sustituiría a Rafa Benítez. La noticia del nombramiento del técnico porriñés generó gran alegría e ilusión entre el celtismo. Los que conocen y han trabajado con Giráldez se muestran felices y convencidos del acierto del club por darle la oportunidad a uno de casa, a un profesional sobre el que se vierten calificativos y halagos como “fiable”, “valiente”, “muy preparado”, “mucha personalidad” o “capacidad de adaptación”.

Nadie duda de la capacidad de un Claudio Giráldez sin experiencia en el fútbol de élite pero curtido en todos los eslabones de la cadena de este deporte desde que siendo adolescente tuvo que abandona su casa en la parroquia de Cans para incorporarse a la “fábrica” del Real Madrid, donde llegó a formar parte de la plantilla del Castilla. Allí compartió vestuario con Parejo, Callejón, Antonio Adán, Javi García (City, Benfica...) o el excéltico Agus García. Con el filial merengue, el porriñés jugó en Barreiro ante el Celta B. Fue el 2 de septiembre de 2009 y entre los rivales estaba un tal Iago Aspas, ahora capitán del Celta y medio año mayor que Claudio. El Atlético de Madrid B fue su segundo destino, en la temporada 2008-09. Y entre los rojiblancos tuvo compañeros como Koke Resurrección o David de Gea.

En 2010, el ahora técnico del Celta regresó a Galicia. Paso dos años en el Pontevedra y una temporada en el Ourense y el Coruxo antes de comprometerse con el Porriño Industrial. De este club se había hecho cargo su hermana. Claudio volvía a casa con muchas experiencias en Segunda B y con dos títulos universitarios bajo el brazo: Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Periodismo.

Quien había sido un lateral izquierdo de “largo recorrido y calidad”, como lo presentó alguno de sus anteriores equipos, comenzó a interesarse por la formación de los chavales, pero además daba clases a futuros técnicos en la Federación Gallega, escribía en un blog sobre fútbol y ejercía como comercial de una compañía de seguros.

En julio de 2015 pasó a formar parte del organigrama de la cantera del Celta. Le asignaron la dirección del cadete B. Ya en el equipo A, Giráldez hizo debutar a un tal Gabri Veiga, que ese día anotó un gol. El también porriñés no ahorra elogios hacia el técnico con el que inició su carrera en el Celta: “Claudio es un técnico muy valiente, tiene mucha personalidad y eso es algo positivo en el mundo del fútbol”. Y el ahora jugador del Al-Ahli lo eleva de categoría: “Está triunfando esa corriente de entrenador con Xabi Alonso o De Zerbi, sin contar a Guardiola, consolidado como uno de los mejores del mundo. Claudio es de ese tipo de entrenador que es capaz de cambiar, de ver cosas durante el partido, no tener un sistema fijo para adaptarse a lo que está pasando en el campo”, apuntó el excéltico al programa Ao Contraataque, de la Radio Galega.

Su amigo Jacobo Lorenzo, con el que trabajó en la coordinación de los equipos del Porriño Industrial durante seis años, subraya “la capacidad de hacer las cosas” del nuevo entrenador del Celta. “Siempre busca algo nuevo para dar un poco más en su trabajo. Cree que el trabajo pone a cada uno en su sitio”. Así consiguieron que el club porriñés creciese deportivamente. Lorenzo está convencido de que Claudio también saldrá adelante con el reto del Celta y recuerda la sorpresa que se llevó su amigo cuando el club le adjudicó la dirección del Celta B después de dirigir el juvenil A. “Voy a aprovechar la oportunidad al máximo porque no sé cuánto va a durar esto”, apuntó entonces a su amigo porriñés.

Los que conocieron a Giráldez en A Madroa, tampoco dudan de su capacidad para dirigir al Celta. “Claudio es un técnico muy preparado y que ha crecido mucho”, comentaba hace unos meses Carlos Hugo García-Bayón, máximo responsable de la cantera céltica en los ocho últimos años. “Su contratación es cerrar el círculo, ya que el trisquel de la cantera, que habíamos diseñado para la camiseta, teníamos como primer objetivo preparar jugadores y técnicos para el fútbol profesional”.

Para Toni Otero, que también dirigió la cantera del Celta, además de entrenar al filial, la elección de Claudio Giráldez al frente del primer equipo celeste es “una decisión valiente y ojalá que sea acertada. Me parece una decisión muy buena y creo que Marián [Mouriño] y el director deportivo están haciendo lo correcto”, añadió Otero. Con Claudio se cierra el círculo.

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