REAL MADRID 4 - 0 CELTA

El Celta desaparece en el Bernabéu

Los de Benítez expusieron un fútbol pobre ante el líder Real Madrid, que anotó un gol en el primer tiempo y tres en el tramo final del segundo

Aspas ve cómo entra el segundo gol tras tocar en la espalda de Guaita a un remate de Rüdiger.

Aspas ve cómo entra el segundo gol tras tocar en la espalda de Guaita a un remate de Rüdiger. / Manu Fernández (AP)

Dos córneres rematados por Rüdiger, un gol en propia de Carlos Domínguez y otro en el minuto 94 de Arda Güler aniquilaron a un Celta que salió al Santiago Bernabéu desarmado. Los de Rafa Benítez carecieron en todo momento de intención de llevarse un partido en el que los locales no necesitaron emplearse a fondo para conseguir una goleada. La inesperada victoria de ayer del Cádiz deja a los celestes a dos puntos del descenso y esperan ya a dos rivales directos: el Sevilla a domicilio y el Rayo Vallecano en Balaídos.

Cita en la capital sin demasiados alardes por ninguna de las dos partes. El Celta recuperaba a Aspas para un duelo en el que, si bien parecía prescindible puntuar anteayer -a priori-, ayer mismo lo hacía más importante tras la alegría del Cádiz ante el Atleti (2-0). Con todo, los celestes en ningún momento amedrentaron a un Real Madrid sin Bellingham. No le hizo falta a Ancelotti lamentarse por la ausencia del británico.

Durante los primeros compases, el Madrid ya cogió la sartén por el mango para cocinar lo que acabó siendo un triunfo aplastante. A los de Benítez, que regresaba a la que fue su casa en una fugaz etapa, les duraba poco o nada la posesión en un escenario que invitaba a pensar en el tanto local en cualquier momento. Llegó tras un córner rematado por Rüdiger. Tras una parada salvadora de Guaita primero al alemán y luego a Vinícius, a la tercera el ariete no falló cerca de la línea de gol. Amén de la diana, lo intentaron Camavinga, Lucas Vázquez y Rodrygo con disparos sin peligro. El Celta tuvo la más clara del choque en el 45: una falta botada por Aspas que acabó en la cabeza de un Luca de la Torre que la devolvió por encima de la portería de Lunin. El propio moañés trató de perforar la meta rival instantes antes con un tiro dentro del área, sin éxito.

La segunda mitad, un calco de la inaugural, pero con tres goles blancos. La afición viguesa vivió un espejismo durante ciertos lances del juego en el que su equipo movió el cuero con soltura, pero la esperanza duró poco. No fue hasta el minuto 79 cuando llegó el festival capitalino, y de nuevo en un saque de esquina desde el lado derecho. De esta vez, el mismo Rüdiger conectó con la pelota con un salto imperial, la bola golpeó en el larguero, luego en Guaita y, finalmente, hacia adentro. El Celta, mental y físicamente exhausto, desconectó por completo. En el 88, Carlos Domínguez subía el tercero al marcador tras una salida errada de Guaita que sorprendió al vigués, quien acabó introduciendo el balón en sus propias mallas. Ya en el último suspiro, en el 94, Arda Güler se estrenaba como goleador merengue tras recbir un pase al espacio de Ceballos: regateó al guardameta celeste y la colocó milimetrada por el hueco entre el poste y Starfelt.

Con esta derrota, el Celta arrastra consigo la racha de 18 años sin vencer en el Santiago Bernabéu. La próxima parada, otra plaza de alto calibre, el Ramón Sánchez-Pizjuán, donde le espera un Sevilla -domingo a las 14.00 horas- que coquetea con la parte baja de la tabla: 27 puntos, tres más que el Celta, que dormirá 17.º.