El Celta, ante el espejo de LaLiga

El equipo de Benítez retoma la competición regular tras el bálsamo copero con la necesidad de conseguir un triunfo que se le resiste desde hace dos meses

Rafa Benítez da indicacionesdesde el banquillo en la reciente visita del Celta al campo de Girona.

Rafa Benítez da indicacionesdesde el banquillo en la reciente visita del Celta al campo de Girona. / LOF

La dura realidad de LaLiga vuelve para el Celta tras el balsámico paréntesis copero. La confortable (y esperada) victoria ante el modesto Turégano segoviano no mitiga los graves problemas que el equipo de Rafa Benítez atraviesa en la competición regular. Atrapado desde hace tres jornadas en puestos de descenso, castigado por los árbitros y el VAR, poco fiable en ambas áreas e inconsistente en los minutos finales, el equipo vigués presenta uno de los tres peores arranques de su primer siglo de vida y el peor registro en Balaídos de su historia.

El duelo contra el Sevilla, vigente campeón de la Europa League, calibra su capacidad de reacción. La visita de los de Diego Alonso a Balaídos puede suponer el punto de inflexión de su despegue o la confirmación de una crisis que dejaría a Rafa Benítez muy tocado a comienzos de un mes de noviembre que en los últimos años se ha llevado por delante a tres de sus cuatro predecesores. La gran apuesta y esfuerzo económico realizado para contratar al preparador madrileño le concede margen de maniobra, pero ni siquiera Benítez es inmune a la falta de resultados. El respaldo sin fisuras de la cúpula directiva puede tornarse en descrédito de la noche a la mañana, si las victorias continúan esquivando al Celta. Hace justamente un año, la directiva destituía a Eduardo Coudet, único de los últimos cuatro técnicos que no había tenido dificultades para mantener la categoría.

No hay que olvidar que el conjunto celeste consiguió su último y único triunfo hace ya dos meses, frente al colista, Almería. Desde aquella apurada victoria en el Power Horse Stadium, el conjunto celeste solo ha sido capaz de firmar con dificultades dos empates, en Balaídos, contra el Alavés y el Getafe. Dos puntos de 18 que empeoran los registros firmados por Luis Enrique en el curso 2013-14. El asturiano ostenta el récord de jornadas consecutivas sin ganar en casa en el arranque (7), pero mejoraba en un punto los registros como local del actual preparador celeste.

La buena noticia es que Benítez podrá disponer ya de Carles Pérez para el duelo contra los nervionenses. El extremo catalán anotó un doblete en los 45 minutos que permaneció en el campo sin molestias físicas, con lo que estaría ya a punto para disputar un partido completo. Benítez cuenta para el choque con una sola baja segura, la de Joseph Aidoo. Tanto Mihailo Ristic como Kevin Vázquez tienen opciones de ser de la partida. Superados sus problemas de rodilla, el lateral serbio se entrena de forma progresiva con el grupo y no se descarta que reciba hoy el alta médica. Kevin es duda para el choque tras sufrir un fuerte golpe un tobillo en el duelo copero contra el Turégano. El nigranés abandonó el terreno de juego cojeando y no se entrenó ayer, lo que hace pensar que sus opciones de ser de la partida son escasas. Al jugador se le practicará una radiografía para determinar el alcance del problema que, tras una primera exploración, no se considera grave.

Por lo que respecta a la alineación que Benítez opondrá mañana al Sevilla, no se esperan grandes cambios, aunque podría variar alguna posición. El técnico ha aprovechado la Copa para dar minutos a los menos habituales, con la excepción de Bamba, Unai y Mingueza, que con gran probabilidad repetirán mañana titularidad, al igual que Aspas, ausente por descanso ante el Turégano, Starfelt y Larsen. Manu Sánchez se perfila como principal opción para el lateral izquierdo, mientras que la duda de Kevin condiciona el derecho. En medio campo, la incógnita es si Beltrán o Tapia acompañarán a Luca de la Torre.

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Rafa Benítez ha obtenido un escaso provecho de los cambios en las once jornadas que lleva al frente del Celta. El preparador madrileño suele acertar en el planteamiento de los partido, pero rara vez ha sido capaz de cambiar el signo de su signo agitando el banquillo Sí lo han hecho, en más de una ocasión, sus rivales, que han encontrando en los cambios el medio para conservar el resultado o llevarse los tres puntos. Solo en dos de los once partidos disputados hasta la fecha, sacó el entrenador del Celta provecho de los cambios y de eso hace ya algunos meses.

La primera vez fue en San Sebastián, en la primera semana de agosto. El cambio de dibujo y la entrada de Aidoo, decisivo en el gol de Mingueza, permitieron al cuadro vigués rebañar un valioso empate en el Reale Arena en el cuarto minuto del descuento. La segunda en el Power Horse Stadium (jornada 4), donde Swedberg anotó casi sobre la bocina el gol de la única victoria del curso después de que el Almería neutralizase en el segundo tiempo la ventaja de dos goles que los celestes habían adquirido antes del descanso.

A pesar de que el Celta presume de haber incrementado esta temporada su fondo de armario, el preparador madrileño tan solo ha agotado los cambios en dos de los 11 encuentros disputados hasta la fecha, el primero, contra el Osasuna en Balaídos y el penúltimo, también en el estadio vigués, frente al Atlético de Madrid. En la mayoría de los partidos Benítez ha realizado cuatro de los cinco cambios, pero en más de una ocasión ha estado lejos de agotar las opciones que tenían en la banqueta. En el último partido, en Girona, apenas realizó dos sustituciones y en el Estadio Gran Canaria, frente a Las Palmas, hizo tres. El Celta perdió ambos partidos en el descuento. Aceptando las críticas y aun reconociendo errores, Benítez ha sostenido que cada uno de los cambios que ha realizado esta temporada tenía una justificación táctica.

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