El consejo del Celta se reúne sin Carlos Mouriño antes de la junta del relevo

El traspaso de poderes en el Celta, de facto desde la marcha de Antonio Chaves al final de la pasada temporada, está más cerca de hacerse oficial. El relevo en la presidencia tendrá lugar en la próxima junta de accionistas que celebrará en la segunda semana del próximo mes de diciembre, seguramente el martes, día 12. Será entonces cuando Marian Mouriño tome oficialmente el relevo de su padre al frente del club y nombre un nuevo consejo de administración. La mayoría, si no la totalidad de los miembros del actual consejo, cesarán entonces en sus respectivos cargos. Se da por seguro que seis de los miembros del actual órgano directivo del club se desvincularán de la entidad. Además de Carlos Mouriño, el vicepresidente Pedro Posada ya ha anunciado su intención de no continuar con la nueva administración y tampoco van a seguir los consejeros Carmen Avendaño, Primitivo Ferro, Fernando Rodilla y María José Táboas.

Existen dudas, en cambio, sobre la continuidad de Ricardo Barros, el más antiguo de los miembros del consejo, cuya familia lleva vinculada a la entidad celeste desde hace más de 50 años, primero a través de su padre, ya fallecido, que fue vicepresidente con Horacio Gómez, y posteriormente a través de Ricardo, quien ostentó la vicepresidencia con Gómez y se mantuvo en el cargo durante los 18 años que ha durado el mandado de Mouriño. La nueva dirección del club no ve con malos ojos la continuidad de Barros, pero la decisión final está pendiente de una conversación entre el vicepresidente y el todavía presidente a su regreso de México.

La que se presume será la última reunión del actual consejo de administración del Celta se celebró a mediodía de ayer en A Sede con la ausencia del todavía presidente Carlos Mouriño, que se encuentra en México, y de la consejera Carmen Avendaño, quien hace tiempo que se encuentra desvinculada de la actualidad de la entidad. Sí estuvieron los vicepresidentes Ricardo Barros y Pedro Posada, así como el resto de los consejeros. El encuentro lo presidió extraoficialmente Marian Mouriño y estuvo también presente Juan Carlos Calero, adjunto de Luis Campos en la asesoría deportiva del club.

Durante la reunión, a la que siguió una comida, se analizó la actualidad del club, con preocupación por la difícil situación deportiva, pero apoyo (al menos de momento) a la gestión de Rafa Benítez, así como de la posibilidad de que Balaídos sea sede del Mundial 2030.