CELTA 0 - 3 ATLÉTICO DE MADRID

Otra demostración de infortunio

La rigurosa expulsión de Iván Villar acaba con las ilusiones del Celta de romper ante el Atlético de Madrid su mala racha

Bamba se lamenta de su lanzamiento al larguero por no acabar en gol.

Bamba se lamenta de su lanzamiento al larguero por no acabar en gol. / RICARDO GROBAS

El Celta recibe otro duro varapalo en Balaídos. Ayer, su desgracia tuvo a Iván Villar como protagonista. El portero de Aldán era uno de los jugadores más regulares del equipo en lo que va de campeonato. Un fallo suyo al filo de la media hora de partido y una decisión rigurosa del árbitro propició la derrota ante un Atlético de Madrid que no vio clara su victoria, pese a la ventaja de un penalti a favor y de jugar durante una hora en superioridad numérica, hasta que le fallaron las fuerzas a los célticos. Pese al mazazo y con diez jugadores, los de Rafa Benítez plantaron cara al conjunto madrileño hasta el minuto 60. Pero en otra jugada que refleja el estado de infortunio de los célticos, Griezmann sentenció el partido. El francés se vio favorecido por dos rebotes ante Manu Sánchez y Carl Starfelt y al buscar un centro al área se resbaló y el balón marchó directamente hacia la portería de Guaita, que no se esperaba el defectuoso disparo. Sonrió y pidió perdón Griezmann a Guaita ante el premio involuntario tras un error en el golpeo del balón. Poco antes, Bamba había estrellado el balón en el larguero de Oblak. El guardameta rojiblanco tuvo la fortuna de agarrar sobre la línea un balón que le rebotó en un pie tras un lanzamiento de Luca de la Torre.

Las jugadas que penalizan al Celta sonríen a sus rivales. Y así transcurren las jornadas, sin que el equipo de Rafa Benítez pueda sumar su segundo triunfo en el campeonato. Con 6 puntos en 10 jornadas deja en una posición muy inestable al técnico madrileño, que reclama tiempo para su proyecto pero la confianza del club no es ilimitada.

KEVIN VÁZQUEZ, NOVEDAD

Benítez apostó ayer por Kevin Vázquez en el lateral derecho para intentar frenar a Samuel Lino, el peligroso carrilero del Atlético de Madrid. El de Camos se estrenaba este curso y su presencia llevó a Mingueza a posicionarse en el centro del campo por ese costado derecho. El gallego y el catalán formaron un doble lateral para taponar la vía por la que más peligro genera el equipo de Diego Simeone. Funcionó la apuesta de Benítez, que apenas permitió espacios al Atlético de Madrid para poner en peligro a Iván Villar y encontró vías de penetración para generar ocasiones en el área del conjunto madrileño. Bamba, Aspas y Larsen se lucían.

DISCUTIBLE PENALTI

El plan del Celta se derrumbó en el minuto 27 cuando a Iván Villar se le escapó un balón centrado que quería agarrar con los guantes y al intentar recuperarlo en el suelo se llevó por delante a Álvaro Morata. El árbitro eligió el mayor castigo posible para los célticos, como ya es habitual para los de Benítez: penalti y expulsión de Villar. El colegiado madrileño pero que pertenece al comité balear, Cuadra Fernández, el mismo que hace un año mostró tarjeta roja a Paciencia por decirle “muy mal” al finalizar el partido contra la Real Sociedad, mandó directamente al vestuario al portero céltico. La pena máxima la ejecutó Antoine Griezmann. Sin merecerlo, los de Benítez se ponía por detrás en el marcador y se veían obligados a frontal una hora de partido en inferioridad numérica. Peor, imposible para un equipo que buscaba su primera victoria en casa en lo que va de campeonato.

DEBUT DE GUAITA

Vicente Guaita se estrenaba en la portería al entrar en sustitución de Kevin. Debido a la expulsión de Iván Villar llegaba el momento esperado por el guardameta valenciano desde que en agosto pasado firmó por el Celta tras abandonar un Crystal Palace en el que fue titular durante las cinco últimas temporadas. Guaita reaparecía en LaLiga un lustro después de abandonar el Getafe. Ahora, el regreso de Villar a la titularidad se complica teniendo en cuenta que en principio partía como tercer portero de la plantilla.

OCASIONES

El infortunio impidió también que ayer pudiese verse la mejor versión de Iago Aspas, que suma 21 jornadas sin marcar. Estuvo brillante el moañés como generador del juego y asistente. De hecho, se marchó enfadado cuando Benítez lo sustituyó por Douvikas. El técnico acudió raudo a darle explicaciones cuando se sentó en el banquillo. Una vez más, a los célticos le faltó fortuna y acierto en el remate para mantener el partido vivo hasta los últimos minutos. Con el segundo tanto de Griezmann, los locales perdieron fuerzas y la esperanza de remontar un resultado adverso. Griezmann se llevó el balón a casa al firmar el tercero y definitivo tanto del Atlético. Una jornada más, el Celta continúa sin levantar la cabeza y a Benítez va consumiendo su crédito.