Aidoo, de indispensable a último recurso

El mejor defensor del Celta en las últimas dos temporadas pasa de jugarlo todo a ser el último central en el orden de preferencias de Benítez

“Tiene que trabajar y estar preparado para competir”, advierte el técnico

Aidoo marca a Vinicius durante la última visita del Real Madrid a Balaídos.

Aidoo marca a Vinicius durante la última visita del Real Madrid a Balaídos. / LAVANDEIRA JR./EFE

La falta de protagonismo de Joseph Aidoo con Rafa Benítez ha sido una de las grandes sorpresas del discreto arranque liguero del Celta. En un abrir y cerrar de ojos, el internacional ghanés ha pasado de ser indispensable a convertirse en el último de los centrales de la plantilla en el orden de preferencias del técnico, incluso jugando la mayor parte de los partidos con línea de cinco defensas. Llama la atención el cambio de papel que Aidoo ha experimentado con la llegada de Benítez porque hasta hace muy poco la defensa del Celta era inconcebible sin él. Podía falta cualquier otro, pero no Aidoo, que llegó a encadenar 55 encuentros consecutivos (una liga y media), a caballo de las dos campañas precedentes. Solo 3 de ellos no los jugó completos.

Tanto Eduardo Coudet como posteriormente Carlos Carvalhal lo consideraron un jugador esencial para el equipo por su velocidad, dominio en el achique, fiabilidad y pulcritud en la marca y eficacia para rectificar errores, propios o ajenos. Un recuperador formidable cuyas carencias en el juego por alto, su punto débil, se vieron compensadas con una aseada salida de pelota y una descomunal eficiencia en el uno contra uno, donde se ha mostrado poco menos que insuperable. Y todo ello sin dar una mala patada. Tras 128 partidos de Liga con el Celta, Aidoo solo ha recibido una tarjeta roja (el pasado curso por doble amarilla) y en las cinco temporadas que lleva en Vigo solo se ha perdido un encuentro por acumulación de cinco amarillas.

Sus números del pasado curso reflejan, bien a las claras, de la importancia de Aidoo para salvación final del Celta: 35 partidos (uno por sanción y dos por lesión) y 3 goles claves que reportaron directamente 7 puntos al conjunto celeste. Benítez no ha tenido muy en cuenta estas credenciales. La participación del ghanés, titular en el debut liguero contra Osasuna y en la tercera jornada ante el Real Madrid, ha sido intermitente y ha ido decreciendo con el paso de los partidos. Jugó 90 minutos frente a los rojillos y los blancos, 45 frente a la Real Sociedad, apenas 1 contra el Almería y calentó banquillo (por primera vez estando disponible desde hace dos años) en el último compromiso contra el Mallorca.

Benítez ha atribuido la suplencia de Aidoo a una cuestión de estricta competencia, que se ha incrementado esta temporada con el fichaje del sueco Carl Starfelt (de momento imprescindible para el técnico) y el crecimiento de Carlos Domínguez, a quien el preparador madrileño ha concedido más protagonismo en este arranque de curso que sus predecesores en toda la pasada temporada.

“Si queremos crecer hay que encontrar posiciones para competir en cada posición. En este caso, la llegada de Starfelt nos da una opción más y el crecimiento de Carlos tiene que ser evidente durante el año. Yo creo que ese bueno que haya competitividad en cada puesto y lógicamente Joseph Aidoo tiene trabajar y estar preparado para competir con el que le toque en ese momento”, explicaba el preparador céltico en víspera del último compromiso contra el Mallorca.

Curiosamente, en la selección ghanesa, Aidoo, ha recorrido el camino contrario al que ha transitado en el Celta. El central celeste fue suplente y no tuvo minutos en el último Mundial con Otto Ado, pero se ha convertido en una pieza importante de su sucesor, el irlandés Chris Hughton, con quien los Blacks Stars han obtenido recientemente la clasificación para la Copa de África que se va a disputar en Costa de Marfil entre enero y febrero del próximo año. Aidoo ha sido titular y ha disputado completos tres de los cuatro encuentros que ha dirigido su nuevo seleccionador.

La buena actuación en Almería no basta a Manu para retener la titularidad

El Celta afronta, por primera vez en tres años, la temporada con la demarcación de lateral izquierdo doblada. Coudet y Carvalhal tuvieron que tirar con Galán como único especialista e improvisar, bien con Fontán, bien con Cervi, cuando el extremeño no estuvo disponible. Algo parecido le ocurrió a Óscar García, que contaba con Lucas Olaza como hombre fijo y tuvo que echar mano del arousano cuando tocó cubrir su baja.

Benítez dispone de Manu Sánchez, uno de los fichajes más caros del verano, y el serbio Mihailo Ristic, lateral experimentado con muy poco protagonismo el pasado curso en el Benfica, que se incorporó al plantel en el último día de mercado. Pese a ser segundo (y hasta tercer plato) en el cuadro lisboeta, el técnico celeste no ha dudado en otorgar los galones a Ristic, con solo un puñado de entrenamientos a sus espaldas.

Manu Sánchez, a quien el Celta ha asignado un valor contable de 9 millones en la operación de venta de Galán al Atlético y que lleva toda la pretemporada a las órdenes de Benítez, deberá esperar su turno. Algo de eso se sospechaba cuando el entrenador celeste ya recurrió a Franco Cervi en los dos primeros duelos en casa contra Osasuna y Real Madrid en perjuicio de Manu. El madrileño fue titular en Anoeta y repitió, con una actuación notable y asistencia a Williot en el gol de la victoria frente al Almería, per el buen partido firmado contra los de Vicente Moreno no le bastó para mantener la titularidad en la última jornada contra el Mallorca. Ristic ofrece más seguridad de Benítez. El propio técnico se lo ha dicho a Sánchez, a quien pide mayor compromiso defensivo: “Me ha dicho que a nivel defensivo tengo que mejorar, que cerrar un poco más”, ha reconocido el madrileño.

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