Zamora CF 1

Pau Torres; Jordan, Garay, Cordero, Dani Espejo (Jon Rojo, 85´); Julián Luque, Jorge Fernández (Javi Navas, 85´); César Yanis (Kepa Vieites, 63´), Carlos Ramos, Baselga (Losada, 63´); Adri Herrera (Xisco Campos, 68´).

RC Celta B 0

Gaizka Campos; Carrique (Cedric, 72´), Álex Martín, Javi Castro, Pampín; Beitia (Javi Gómez, 66´), Holsgrove; Iker Losada (Medrano, 46´), Gabri Veiga (Darío, 81´), Alfon (Lautaro, 66´); Fabrício.

Gol: 1-0 (44´): Baselga.

Árbitro: Sesma Espinosa (colegio riojano). Expulsó al local Cordero por doble amonestación (64´). Amonestó a los locales Dani Espejo (20´) y Losada (93´).

Incidencias: Ruta de la Plata. Unos 1.800 espectadores.

Hay días en que no sale nada a derechas y más vale no levantarse de la cama. Eso le sucedió al filial del Real Club Celta en el Ruta de la Plata, donde los de Onésimo perdieron tras estrellarse ante un coloso llamado Pau Torres, veterano guardameta catalán que le detuvo dos penaltis al conjunto olívico y selló un recital de intervenciones culminado a los 94 minutos salvando de manera inverosímil un testarazo de Javi Castro que ya se cantaba como el uno a uno. Los vigueses no pudieron contra un bravo Zamora que jugó con uno menos desde el minuto 65, en la jugada del segundo penalti, y que con el triunfo se aferra a la categoría mientras el Celta B pierde pistón con la zona alta.

De salida, sorprendió el Zamora con una presión alta y un dinamismo que neutralizaba el juego de toque de un filial olívico incómodo sobre el campo en el primer cuarto de hora. Más balones cerca de Gaizka que de Pau Torres, pero con poco peligro en los intentos de ambos equipos. La primera clara de la matinal en el Ruta de la Plata llegaba en un sensacional trallazo de Gabri Veiga que se perdía cerca de la escuadra.

A los 19 minutos, el ataque del Celta B se elaboraba con paciencia hasta encontrar el hueco para la entrada de Alfon en el área zamorana, donde caía derribado por Dani Espejo. El colegiado indicaba el punto fatídico, una espléndida opción para los de Onésimo, pero el lanzamiento de Jordan Holsgrove encontraba la intervención felina de Pau Torres, que despejaba el esférico a saque de esquina.

esta jugada pareció despertar al conjunto local de Yago Iglesias, que comenzó a generar más juego cerca de la línea de tres cuartos con un primer aviso que acababa en fuera de juego -había detenido muy bien Gaizka Campos- y después con un disparo alto de Carlos Ramos.

Pronto recuperó el conjunto de Onésimo el dominio en la parcela ancha del Ruta de la Plata, manejando bien desde la superioridad técnica el partido pero con poco peligro en las aproximaciones al marco de Torres. Lo buscaba Holsgrove desde la larga distancia, con respuesta zamorana en una buena entrada de Yanis y en otra de Baselga por sus respectivas bandas. Y en esa dinámica de idas y venidas, cuando el partido encaraba ya el último minuto de la primera mitad llegaba un robo de balón de Dani Espejo para los rojiblancos, habilitando con su pase a Baselga para que el delantero recortara a su par y pusiera el cuero en la misma escuadra, imposible para Gaizka.

Con ese mazazo de última hora se llegaba al intermedio, por debajo un Celta B que mostró gran manejo del esférico, pero perdonando en ataque con un penalti incluido y recibiendo una diana de las llamadas psicológicas.

Y apenas a los dos minutos del segundo periodo pudo ampliar su renta el Zamora Club de Fútbol en un perfecto contragolpe, balón en largo sobre Adri Herrera y vaselina del ariete castellano ante la salida de Gaizka Campos a la desesperada, perdiéndose el esférico muy cerca del palo. Alivio para los de Onésimo.

El conjunto celeste trataba de mandar desde las posesiones largas de pelota mientras el Zamora buscaba, bien replegadito atrás, el coraje y los contragolpes como arma de peligro. A pelota parada también tuvieron los rojiblancos el segundo, cuando un saque de esquina era rematado a la altura del punto de penalti por el zaguero Garay, saliendo el esférico apenas a un palmo de la madera.

Adelantaba sus líneas el Celta B y mediado el segundo periodo llegaba un segundo penalti por agarrón de Cordero a Alfon cuando el extremo se internaba en el área. Segunda amarilla para el central zamorano, dejando a los suyos con diez y con la pelota en el punto fatídico, un decorado envidiable para los de Onésimo.

Pero en esta segunda pena máxima era Álex Martín el que cogía la responsabilidad y marraba, con un chut raso muy flojito y defectuoso que el meta local atrapaba lanzándose con seguridad a su derecha. Las manos a la cabeza en toda la expedición olívica, segundo penalti al limbo.

Pese a estar con diez, incluso el ya ultradefensivo Zamora se permitió alguna salida a la contra, como una conducción de Carlos Ramos con tiro lejano que blocaba Gaizka sin apuros. Un peligroso centro de Javi Gómez encontraba la respuesta de la zaga de los locales, soportando bien el bombardeo de balones de un Celta que ponía dos arietes en el área, Lautaro y Fabrício, pero sin hallar ese buen remate. Hasta que en el minuto 93 el que sí lo encontraba era el central Castro, incorporado al ataque, pero cuando el balón iba derecho a la escuadra y se cantaba el empate surgió la manopla increíble de Pau Torres para frustrar a un Celta B que se marchó de vacío y con un semblante de estupefacción en el rostro. Ver para creer.