España se juega mañana (La Cartuja, 20:45 horas) su clasificación para el Mundial de Catar en unas circunstancias muy parecidas a las que le llevaron a la cita mundialista de USA’94. Entonces, el céltico Santiago Cañizares se convirtió en el protagonista del partido contra Dinamarca. El portero de Puertollano tuvo que debutar a la fuerza ante la expulsión de Andoni Zubizarreta y se convirtió en uno de los principales responsables de la victoria del equipo de Javier Clemente con la que obtuvo el pasaporte para la Copa del Mundo de Estados Unidos.

Veintiocho años después, Sevilla vuelve a acoger un partido muy parecido a aquel en el que Cañizares fue el salvador de la Roja y provocó un estallido de euforia entre el celtismo hasta el punto de que muchos aficionados acudieron al día siguiente a Peinador para recibir como un héroe a Cañizares, que se presentó en el aeropuerto vigués con toda la prensa del día bajo el brazo como recuerdo de un día inolvidable.

Como ahora, la selección española se enfrentaba a una selección escandinava (entonces Dinamarca, mañana Suecia), ante la que se jugaba la clasificación para el Mundial. Sevilla también repite como la ciudad elegida por la federación para el trascendental compromiso. Entonces, el partido contra los daneses se celebró en el Sánchez Pizjuán. Mañana será en La Cartuja, de triste recuerdo para el celtismo, que allí lloró la derrota de su equipo en la final de la Copa del Rey de 2001.

Pero volvamos al 17 de noviembre de 1993. En el minuto 10 del España-Dinamarca, Zubizarreta fue expulsado después de regalarle el balón a Michael Laudrup y derribar a continuación al danés para impedir que abriese el marcador y dejase fuera del Mundial a España, que también estaba pendiente del resultado de Irlanda del Norte en Belfast.

Cañizares había sido convocado por Javier Clemente ante la baja de Paco Buyo. Con 23 años y tras su excelente papel en el Celta, al que llegó cedido por el Real Madrid, el guardameta manchego se convirtió en un muro inexpugnable para la selección danesa, que fue incapaz de marcar un gol en ochenta minutos pese a su superioridad numérica. Es más, España se adelantó en el marcador con un gol de Fernando Hierro tras un saque de esquina de Andoni Goikoetxea. Era el minuto 62 de partido cuando Peter Schmeichel se veía burlado por el cabezazo del zaguero del Real Madrid.

El tanto multiplicó las acciones de ataque sobre la portería de un Cañizares que solventó con acierto todas las jugadas de peligro de un rival que se quedó sin el premio esperado pese a jugar contra diez durante casi todo el partido. Gran parte de la culpa de que Dinamarca se quedara sin Mundial la tuvo el portero del Celta, que en su debut coincidió con un Luis Enrique Martínez que era uno de los pocos futbolistas ofensivos que utilizaba Clemente en el once de la Roja.

El asturiano vivirá mañana una jornada parecida a la de hace 28 años. Ahora como entrenador de una selección española que, como entonces, contará con un representante del Celta. En esta ocasión será Brais Méndez. Como Cañizares, el mosense cuenta con pocas opciones de jugar un partido similar al que encumbró al guardameta de Puertollano.