El Deportivo de la Coruña tiró de orgullo ante el filial celeste en Riazor y le endosó cinco goles en el estreno de la Primera Federación. En el 13, hacía el primero Miku, en el 17, doblaba el electrónico Alberto Quiles; en el 70, dilataba el marcador Menudo; en el 85, ampliaba Carlos Doncel; y en el 93, Noel dictaba la sentencia.

El prepartido

El Celta B estrena la temporada y la Primera Federación, la categoría que nace tras la remodelación de la vieja Segunda B, en el escenario de una de sus grandes tardes de gloria: Riazor. Hace un año el filial celeste logró una histórica victoria en el estadio coruñés que dejó una avería en el cuadro deportivista de la que ya no se recuperaría y al mismo tiempo impulsó a los de Onésimo en un ejercicio magnífico que les dejó a las puertas del ascenso a Segunda División A. En Extremadura se despidió de ese sueño tras una polémica e injusta derrota ante el Athletic B.

Vuelve el filial céltico a la competición después de unos meses de profunda reforma interna. De la anterior temporada apenas queda el núcleo duro de canteranos (Carlos Domínguez, Pampín, Gabri Veiga, Miguel Rodríguez, Lautaro de León…) junto con el escocés Jordan Holsgrove (que sigue cedido en Vigo una campaña más) y Alfon, por quien el Celta sí ejecutó la opción de compra que tenía. Nuevamente, siguiendo el plan de los últimos años, ha entrado una colección de jugadores jóvenes aunque con cierta experiencia que el club vigués pretende que apuntalen el proyecto en la categoría y ayuden al crecimiento de los canteranos. De esta forma han llegado el portero Gaizca Campos (del Valladolid promesas), los defensas Alex Martín (del Cádiz B), Medrano (Atlético de Madrid), Javi Castro (cedido por el Alcorcón) y Thomas Carrique (del Girondins), los mediocampistas Alex Carbonell (del Luzern) y Carlos Beitia (Villarreal B) y los delanteros Javi Gómez (Burgos), Cedric (cedido por el Atlético de Madrid B) y el brasileño Fabrizio. Muchos de ellos tendrán un papel esencial en la temporada y su rendimiento marcará en gran medida las posibilidades del equipo de Onésimo de la misma manera que el grupo que se fue este verano fue determinante en el brillante resultado deportivo logrado el pasado ejercicio. Sequeira, Solís, Manu Justo, Carreira (que se ha ido cedido al Mirándés para seguir adelante con su proyección), Barri, Markel y en momentos concretos incluso gente como Soni, Ferrares o Cunha subieron el nivel de un equipo que sigue teniendo claro que su objetivo primordial es impulsar hacia el primer equipo a la gente de la casa.

Onésimo, en un partido de pretemporada. | // IÑAKI OSORIO

El inconveniente de esta historia es que al grupo de Onésimo le queda mucho trabajo por delante con tantos futbolistas que aún deben acoplarse y encontrar su papel en el equipo. Seguramente la cita en Riazor, donde les esperan con las uñas afiladas después del agravio de hace un año, llegue demasiado pronto para los vigueses. Pero el Celta B tiene futbolistas de indudable calidad y eso siempre es una amenaza para el rival. Además, el componente emocional también va a ser muy importante como sucede en todos los encuentros de rivalidad. Los canteranos ya han aleccionado a los recién llegados sobre la importancia de la cita y Alfon, héroe con sus dos goles de la victoria de hace un año en Riazor, no se ha cansado de recordar lo delicioso que sería repetir esa experiencia. Para el Celta B sería la mejor manera de iniciar la construcción de su nuevo proyecto en la categoría.

Onésimo ha dejado en el aire muchas dudas sobre cómo será el equipo que arranque la temporada. De hecho, ayer estaban en la lista de convocados con el primer equipo Carlos Domínguez (que seguramente se va a pasar casi todo el año con Coudet, con lo que las posibilidades de verle en el filial serán escasas) y Medrano. Ambos podrían jugar esta noche en Riazor. Por lo demás, todo son dudas. El técnico vallisoletano –que se hizo de rogar con su renovación– irá mostrando sus cartas poco a poco. Pero parece que buena parte de la alineación estará formada por futbolistas que acaban de llegar en este mercado. Todo en teoría.

Enfrente estará el Deportivo de Borja Jiménez, completamente renovado y que arranca con la imperiosa necesidad de meterse en Segunda División A. Lidiar con esa presión será uno de sus grandes retos. A favor tiene el hecho de que en Riazor deberían ser un equipo casi inexpugnable. Hoy con el cuarenta por ciento del aforo significa que casi quince mil seguidores podrán acompañarles ante el Celta B.

Onésimo: “El verano ha sido una oda a la improvisación”

No se le veía exultante a Onésimo en la primera rueda de prensa previa a un partido oficial de la temporada. El técnico vallisoletano volvió a mostrarse algo resignado por los “problemas” a los que se enfrenta durante los veranos por la incertidumbre y las idas y venidas de los jugadores. A eso hay que añadir además que el Celta B tuvo un problema extra debido a los numerosos contagios que se produjeron por Covid lo que obligó a suspender los entrenamientos durante varios días: “El verano ha sido una oda a la improvisación en el que pasaron demasiadas cosas inesperadas” apuntó el técnico que insistió en que “apenas hemos podido hacer muy pocas sesiones con todos los futbolistas y así es complicado”. Por eso explicó que prefirió centrarse en la mejora individual de sus futbolistas e ir dejando para más adelante cuestiones que tienen que ver con el grupo. Pero tampoco se arrugó a la hora de valorar las posibilidades del equipo en Riazor y señaló que “pese a todos los problemas vamos a ir a competir y con la intención de ganar el partido. Eso lo tenemos muy claro”. De todas formad Onésimo no desveló casi nada sobre el equipo que puede presentar porque “la plantilla es muy corta y vamos a ver qué hacemos”. En ese sentido tampoco tenía claro si Carlos Domínguez y Medrano –convocados con el primer equipo– iban a estar en Riazor con el resto de la plantilla. Onésimo explicó que la intención en principio con varios de los juveniles que podrían subir (Fran, Darío y Gael) es que jueguen en el recién nacido Celta C y vayan entrando poco a poco en el Celta B según sea su evolución. Sobre el rival no escatimó elogios y dijo que el Deportivo era el gran favorito para llevarse el partido de Riazor y también para ser campeón de grupo y lograr el ascenso a la Segunda División A. Por último, Onésimo no quiso referirse a las palabras de Coudet hace una semana de que el Celta B no es un “equipo formador”. Sobre ese particular aseguró que no quiere entrar en polémicas ni referirse a palabras de otras personas. “Cada uno es responsable de sus opiniones y sus palabras. Si tengo que hacer algo respecto a mi equipo, prefiero hacerlo dentro de lo que es la idiosincrasia del equipo. No quiero entrar en debates”, zanjó de forma tajante.