Dos imprudencias y un grueso error de marcaje impidieron al Celta despedir LaLiga a lo grande ante un combativo Betis y regalar a su afición un récord de seis victorias consecutivas que habría hecho justicia al formidable final de temporada firmado por el grupo de Eduardo Coudet.

Lo tuvo en su mano el conjunto celeste en un partido extraño, con alternativas en el juego, que encarriló gracias a un penalti transformado por Aspas en el primer tiempo y un golazo de Brais tras el intermedio, pero que dejó escapar de forma ingenua regalando sin estar exigido otra pena máxima a Borja Iglesias y una peligrosa falta al borde del área que Nabil Fekir transformó en el empate con un disparo imparable.

Con tablas en el marcador, Víctor Ruiz aprovechó un fallo de marcaje en un saque de esquina para poner por delante a los de Manuel Pellegrini, que sobrevivieron en los 15 minutos finales a la expulsión de Cristian Tello por doble amarilla.

En este último tramo de partido, sin cambios ofensivos apenas con los que agitar al partido, los verdiblancos se hacinaron entorno a Claudio Bravo para gestionar (sin grandes atrancos) su ventaja, aunque el equipo vigués tuvo el empate a tres minutos de cumplirse el tiempo reglamentado con un remate de cabeza de Carlos Domínguez que el portero del Betis neutralizó con una gran mano.

La derrota deja un leve poso de decepción por la candidez con la que el Celta dilapidó su ventaja, pero alimenta también la esperanza de un gran futuro por los momentos de buen fútbol que el grupo de Coudet volvió ofrecer cuando los cinco de arriba se asociaron con vértigo en busca del arco rival.

El partido arrancó sin dueño. El Betis trató de percutir con Ruibal por el costado izquierdo buscando la espalda de Kevin, pero el Celta cerró bien los espacios y reclamó la iniciativa y la pelota para intentar armar (sin demasiado éxito) su ataque. La pelota cambiaba de botas sin apenas llegadas a las áreas.

Aspas fue el primero en probar fortuna con un tiro raso y un tanto mordido tras un centro de Denis que Bravo detuvo con una buena parada. Borja Iglesias, recibido con división de opiniones en su regreso a Balaídos, replicó con un tiro alto a pase de Fekir en la primera aproximación peligrosa del Betis.

Click to show more

El encuentro se movía entre dos aguas cuando en el ecuador del primer tiempo el Celta encontró el modo del hincarle el colmillo a los verdiblancos con un balón en profundidad de Iago Aspas que Kevin envió hacia Santi Mina en el cogollo del área. Bartra respondió a la perfecta maniobra de desmarque derribando al delantero vigués y Gil Manzano decretó penalti. La pena la transformó Iago, ajustando el tiro a la base del palo con un lanzamiento imparable. Catorce goles y trece asistencias contabiliza el astro céltico, que ha tenido incidencia directa en 27 de los 54 goles anotados por el Celta este curso.

Decidido a echar el resto para evitar la Conference League, Pellegrini movió el banco tras el descanso. Tello y Álex Moreno relevaron a Ruibal y Miranda, pero la estratagema se dio de bruces con un golazo del Celta a los tres minutos de la reanudación. La acción la inició Nolito con un cambió de orientación desde el redondel que Aspas recogió en el lateral del área y cedió atrás hacia Brais. El mosense la recogió en el vértice, alzó la vista y con pasmosa tranquilidad cruzó la pelota fuera del alcance del guardameta bético con un lanzamiento impecable. Nada parecía que pudiese detener ya al Celta para brindar a las 2.686 almas que pudieron por fin asistir a Balaídos una sexta victoria consecutiva.

Todo parecía rodado cuando el conjunto celeste decidió dispararse un tiro en el pie con un infantil penalti de Nolito a Emerson. El sanluqueño derribó absurdamente al lateral verdiblanco en una acción sin aparente peligro que permitió al Betis acortar distancias. Borja Iglesias no perdonó.

El gol frenó al Celta y espabiló al equipo sevillano, que recibió nuevos bríos con la entrada en el campo del mexicano Diego Láinez.

Pese a ceder la iniciativa el cuadro celeste desperdició una buena ocasión para ampliar su ventaja en un lanzamiento desde la esquina que Carlos Domínguez estuvo a punto de cazar en el segundo palo.

Click to show more

Fue Iago Aspas el que cazó, en otra acción completamente innecesaria al recién ingresado Láinez en el borde del área celeste. Una falta en zona muy comprometida que el Betis no desaprovechó. La pelota la recogió Fekir, el más listo de la clase, que batió a Iván Villar con una trallazo inabordable y metió de lleno al cuadro sevillano en el partido.

Coudet trató de fortalecer el medio campo dando entrada a Solari, que suplió a Nolito, pero la entrada del argentino, no dio el Celta mayor control del juego y el Betis aprovechó un grave error de marca para ponerse por delante. Ocurrió en un saque de esquina que Víctor Ruiz remató sin oposición en el área chica y pilló a Iván Villar despistado. Demasiados regalos como para no pagar peaje.

Te puede interesar:

La expulsión de Cristian Tello por una doble amarilla casi consecutiva a un cuarto de hora del final abrió una luz para el Celta. Coudet echó el resto con lo que poco que le quedaba en el armario (Baeza y luego Gabri Veiga), pero el Celta ya no encontró el modo de asociarse con peligro y el Betis, que reforzó su medio campo con William Carvalho, pudo contener daños sin grandes apuros atrincherándose junto a Bravo en un tramo final de partido lleno de interrupciones, momentos de juego inncesariamente duros y muy pocas llegadas al área.

En el minuto 87, el Celta tuvo no obstante, el empate en sus botas en un una saque de esquina maravillosamente (como casi todos ayer) ejecutado por Denis que Carlos Domínguez atacó con un remate de cabeza que fue directamente hacia Claudio Bravo. No dio más el Celta de sí en un partido de luces y sombras que, pese a los errores cometidos, no deja regusto amargo.