Santi Mina y Maxi Gómez vuelven a verse las caras el sábado en Balaídos por segunda vez tras el intercambio de clubes que ambos delanteros protagonizaron en julio de 2019 y que supuso la operación futbolística de mayor envergadura en la historia del Celta. A cambio del delantero uruguayo, el club vigués recuperó en propiedad a uno de los emblemas de su cantera, percibió 14,5 millones de euros y se hizo con la cesión del defensa central Jorge Sáenz por dos temporadas.

El traspaso de Maxi se acordó en un precio de 30 millones de euros, mientras que a Mina se le adjudicó un precio de venta de 15 millones , la mitad de lo que el Valencia pagó por el punta uruguayo. Defensor, el club de origen de Maxi, se llevó una tajada de 6 millones, correspondientes al 20 por ciento de los derechos que conservaba sobre el jugador.

El partido de este sábado le llega a Santi Mina en su mejor momento de forma con el Celta tras dos campañas de peligroso coqueteo con el descenso y no pocas críticas por un rendimiento que durante meses ha estado claramente por debajo de las expectativas generadas con su fichaje. Maxi también ha tenido que lidiar con problemas, sobre todo esta temporada, debido a los graves problemas económicos que ha obligado al Valencia a desprenderse de sus mejores activos sin haber realizado apenas fichajes.

Maxi ha sido estos dos años un futbolista muy importante en el Valencia y la marcha el pasado verano de Rodrigo, Ferrán Torres o Dani Parejo lo ha convertido en el principal referente goleador del equipo. El artillero uruguayo ha sido, fijo para los diferentes técnicos que han desfilado por el banquillo che –Marcelino, Celades, Voro y ahora Javi Gracia– y uno de los jugadores mejor valorados por la afición de Mestalla desde su llegada al club.

El pasado curso Maxi fue el máximo goleador del Valencia, con 9 tantos, y esta temporada es el segundo máximo anotador del conjunto valencianista, con cinco dianas en 19 encuentros.

Los 14 goles anotados con el Valencia están, en todo caso, lejos de los 33 conseguidos en sus dos campañas en el conjunto celeste (20 en su primer año y 13 en el segundo), donde Maxi conformó con Iago Aspas una de las mejores parejas de delanteros de LaLiga.

Las prestaciones goleadoras de Santi Mina han sido algo inferiores (11 goles en las dos últimas temporadas), pero la relación entre su precio y rendimiento ha sido claramente superior, teniendo en cuenta que el Celta pagó por el delantero vigués la mitad de lo que el Valencia desembolsó por el punta charrúa.

Tras semana mágica vivida por el canterano celeste, con tres tantos en dos partidos contra el Atlético de Madrid y el Elche en cuatro días, Mina iguala esta temporada los registros de Maxi, con cinco goles. Pero el vigués dobla, con dos pases de gol este curso, en asistencias al valencianista. Y en el cómputo global, Mina se ha mostrado también como mejor asistente que el uruguayo en número de pases decisivos: 6 asistencias del céltico por 4 del che.

La trayectoria del Maxi en el Valencia ha sido, sin embargo, más regular que la de Mina en el Celta. Las dificultades para mantener la categoría de un equipo que había generado enormes expectativas afectaron al rendimiento individual del delantero vigués.

Más o menos fijo con Fran Escribá, la llegada al banquillo celeste de Óscar García, con continuos cambios de once y esquema, le restó protagonismo. En el tramo inicial de la presente temporada, Mina alternó la titularidad con la suplencia, a pesar de carecer el Celta de otro delantero centro específico para complementar a Iago Aspas.

La llegada de Eduardo, el Chacho, Coudet al banquillo de Balaídos ha marcado un punto de inflexión en el rendimiento de Mina. El preparador argentino restituyó al vigués el protagonismo perdido en el once y le dio la confianza que necesitaba para recuperar el idilio con el gol que lo convirtió en uno de los delanteros más precoces del Celta. No fue un proceso inmediato. Pero la persistencia del jugador y la paciencia del técnico no han tardado en fructificar: 4 goles y 2 asistencias en 12 encuentros, amén del penalti forzado contra el Cádiz que lo llevó a la enfermería durante dos partidos.

Las bajas por lesión de Iago Aspas y Brais Méndez sitúan a Santi Mina como la principal baza goleadora de Coudet para el compromiso liguero de este sábado contra el Valencia. El vigués nunca le ha marcado al conjunto che en cuatro enfrentamientos, dos antes de que su marcha (tras pagar el club valenciano los 10 millones estipulados en su cláusula) y dos tras su regreso a Vigo. Estos dos últimos enfrentamientos se saldaron con una victoria mínima para cada equipo.

Maxi sí le ha marcado al Celta como valencianista, si bien su gol al Celta no sirvió a su equipo para evitar la derrota en Balaídos hace un par de temporadas. Aspas y su compatriota Gabriel Fernández, que anotó su único gol como céltico, lo impidieron.