“Tenemos que mejorar y hacer una segunda vuelta mejor”, subrayaba Eduardo Coudet desde la sala de prensa del Benito Villamarín después de que el Celta sumase la tercera derrota consecutiva de Liga, en un enero nefasto que sucedió a un espléndido diciembre, en el que el conjunto vigués logró saltar del último al octavo puesto de la clasificación al sumar 13 de 15 puntos en juego. Los célticos cierran la primera vuelta en mitad de la tabla, con 23 puntos, ocho más que el curso pasado y con mejores resultados que en las tres anteriores campañas a su paso por el ecuador.

A la ausencia por lesión de Aspas, el Celta suma la repetición de errores en el inicio de la jugada, falta de competitividad en algunos momentos e inocencia. En palabras de Coudet, “me parece que el equipo tiene que mejorar en intensidad, juego y carácter”, insiste el técnico argentino, que ha vivido los últimos partidos desde el banquillo con cierta desesperación.

No obstante, el balance de puntuación de la primera vuelta del campeonato puede considerarse satisfactorio en relación a las últimas campañas. Desde su regreso a la máxima categoría, en el verano de 2012, el conjunto vigués solo sumó en tres ocasiones más puntos a mitad de curso que en esta ocasión: los dos últimos años con Eduardo Berizzo y el siguiente con Unzué, alcanzando entonces 31, 27 y 25, respectivamente.

Coudet ha obtenido 16 puntos en diez jornadas de Liga, frente a los 7 que logró Óscar García en los nueve primeros partidos del campeonato. El argentino no solo dobló los puntos sumados por el catalán sino que ha construido un equipo que apenas había fallado hasta la lesión de Iago Aspas. Sin el mago de Moaña se multiplican las dudas y los problemas para sorprender a unos rivales que ya conocen cómo contrarrestar el juego de los célticos.

A la espera de refuerzos y de recuperar a Aspas, Coudet está obligado a darle una vuelta al plan de juego para que su equipo no se vuelva plano cuando le cierran los espacios y le impiden atacar por las bandas. Además, los jugadores necesitan mejorar el inicio de las jugadas y evitar pérdidas de balón en zonas comprometidas. Resulta estéril que los defensas centrales asuman el protagonismo con el balón al que le invitan los rivales para desactivar el talento de los centrocampistas.

El ‘Chacho’ Coudet promete trabajo y dedicación para que el Celta mejore. De momento, el argentino considera el balance positivo: “Si vamos a los números fríos, cerrar la primera vuelta con 23 puntos no está nada mal para el panorama que había” antes de su llegada.