En la cresta de la ola, cabalgando el tubo de una imponente racha, despidió el Celta a lo grande el año con un esmerado triunfo ante el Huesca que hace difícil adivinar dónde puede estar el límite del renacido grupo de Eduardo Coudet. Ganó de nuevo con brillantez, pero también con sufrimiento, el equipo celeste, que suma 16 puntos de 18 posibles en un mes de diciembre de récord, tras superar a un adversario que peleó al límite de sus fuerzas en busca del empate y lo puso contra los cuerdas en diez minutos finales de infarto.

Tiró una vez más de solidaridad y ambición el Celta para sacar adelante una papeleta mucho más complicada de lo refleja la tabla. El equipo vigués manejó con fluidez la pelota para descargar el juego, presionó con voracidad en campo contrario y encontró en la complicidad entre Iago Aspas y Nolito un arma letal. El sanluqueño abrió el marcador con otra genial asistencia (la sexta en 16 partidos) del astro moañés y éste le correspondió entregándole en bandeja el segundo, que Aspas anotó a puerta vacía tras quebrar al portero.

Con 2-0 y poco más de un cuarto de hora de partido por delante, el Celta se concedió un respiro. Coudet aprovechó la ventaja para dar descansos, el juego celeste perdió tensión y, tras las últimos cambios, vivió momentos de verdadera angustia, cuando el Huesca despertó en los diez minutos finales y obligó a los celestes a replegar velas. Apareció entonces Rubén con dos paradas salvadoras.

Recelaba, con motivo, el Chacho del Huesca, un equipo enérgico y tenaz, que desplegó una propuesta valiente y se plantó en Balaídos decidido a arrebatar la pelota al Celta. Los de Míchel apretaron arriba con voracidad y dificultaron la salida de pelota al Celta, que tuvo dificultades para maniobrar en un intenso e igualado arranque de partido con alternativas en ambas áreas.

Santi Mina, que regresaba al once tras dos semanas a cambio de Miguel Baeza, fue el primero en ensayar el disparo, un tiro desde la frontal rechazado por la defensa azulgrana, que enseguida encontró réplica en un remate de cabeza del japonés Okazaki demasiado bombeado. Rubén lo atrapó sin ninguna dificultad.

En esta fase inicial, el balón cambiaba con rapidez de dueño, pero fue el Celta, gracias a la movilidad y astucia de Aspas, el que generó mayor peligro. El moañés se arropó bien en Mallo para superar la línea de presión azulgrana y no tardó en causar problemas con un pase letal al punto de penalti que Nolito no cazó por centímetros. Era el primer aviso serio del Celta, que volvió a intentarlo por medio del sanluqueño, con un mal remate de cabeza a un gran centro de Lucas Olaza, y puso luego a prueba los reflejos de Álvaro Fernández con un disparo desde la frontal sin demasiado veneno

El Huesca daba guerra, pero sin inquietar demasiado a Rubén. Ontiveros y Ferreiro apenas hicieron esforzarse al portero céltico con sendos disparos lejanos que el mosense atajó cómodamente.

Entonces llegó el gol del Celta. Denis, que ayer presentó batalla en todos los frentes, robó en tres cuartos de cancha y habilitó a Iago Aspas, que avanzó imperial hasta la frontal para filtrar otro balón a Nolito en el punto de penalti. Con todo el tiempo del mundo, el sanluqueño no falló esta vez. Amagó el disparo al palo corto y definió por el largo engañando por completo al portero.

Un gran gol que reflejaba la superioridad local y disparó al equipo celeste en el encuentro. El Celta se apoderó de la pelota y la hizo circular con velocidad, al primer toque, descargando el juego a su conveniencia para gobernar el partido.

El guión no se movió tras el intervalo. El Huesca no se arrugó y siguió apretando, pero sin filo, y los celestes perseveraron con el balón hasta encontrar un hueco por el que ampliar su renta. Nolito cortejó el segundo tras recibir un forzado pase de Mina en el área solo unos minutos antes de servírselo en bandeja a Aspas, que dictó sentencia. Al límite del fuera de juego, el talento moañés recibió en carrera, se plantó en cuatro zancadas ante Álvaro y lo superó en la salida con un quiebro antes de empujar, ya sin oposición, la pelota contra el fondo de la red.

El segundo gol disparó al Celta, que firmó veinte minutos verdaderamente brillantes en los que hizo bailar al Huesca a su son.

Tal parecía la superioridad del Celta en el partido que Eduardo Coudet bajó la guardia y decidió dar descansos, acaso pensando en la visita de este sábado a Valdebebas. Aspas y Denis salieron del campo y el Celta fue perdiendo consistencia. Seoane dio el primer aviso con un lanzamiento a la base del poste que Rubén apenas logró seguir con la mirada y el Huesca, que nunca claudicó, fue tomando impulso en el choque hasta poner a los celestes en una situación comprometida. Entonces emergió Rubén. El mosense, que hasta entonces había vivido un partido apacible, sacó con un paradón un remate del japonés Okazaki.

Nolito celebra su gol, tras asistencia de Iago Aspas Marta G. Brea

En una acción personal, Hugo Mallo recordó que el Celta seguía vivo colándose hasta la cocina. El capitán ganó la línea de fondo, enfiló la portería y, casi sin ángulo, buscó el gol con un doble remate que Álvaro tapó con cierto apuro.

Fue el preludio del gol del Huesca, en el minuto 83, en una brillante acción en el área entre Jaime Seoane y Sergio Gómez, los revulsivos con que Míchel había tratado de reactivar a los azulgranas desde el banquillo. Un mal despeje de la defensa celeste a un centro lateral le cayó al catalán, que con un sutil taconazo habilitó al valenciano para que superase a Rubén Blanco con un disparo cruzado. El Huesca obtenía premio a su constancia y ponía en un brete al Celta.

Coudet trató de apuntalar la ventaja con Fontán y Aidoo, pero los azulgranas apretaron los dientes y encerraron al Celta en la jaula. Sergio Gómez rondó el empate a balón parado con un inesperado trallazo al palo corto que Rubén, en una portentosa estirada, sacó sobre la misma línea de gol. Una parada salvadora que permitió al Celta tomar algo de aire para sacudirse el dominio azulgrana y armar la contra. En una de estas acciones, Okay pudo liquidar el partido mano a mano con el portero tras un pase en profundidad de Baeza, pero cruzó en exceso el tiro y el balón se perdió por la línea de fondo.

Ni así tuvo descanso el Celta, pues el Huesca percutió hasta el final y acabó el partido en el área celeste.

Encuesta | ¿Quién ha sido el mejor jugador del Celta en la victoria contra el Huesca?

  • 99
  • 3
  • 1
  • 6
  • 3
  • 18
  • 204
  • 5
  • 25
  • 141
  • 7
  • 1
  • 1
  • 4
  • 5
  • 2