El Celta puso en marcha ayer la campaña de abonados más polémica que se recuerda en mucho tiempo y que ha desatado una oleada de críticas y protestas de la afición en las redes sociales. En plena crisis sanitaria por el Covid que impide a los aficionados acceder a los estadios y sin garantía alguna de que los partidos puedan celebrarse con público esta temporada, el club celeste exige a sus socios el pago de 50 euros para poder conservar el asiento y la antigüedad sin otra contrapartida que descuentos y promociones en sus tiendas.

Bajo el lema “Sempre Celta”, el club anuncia “una campaña especial” , adaptada a las nuevas circunstancias, en la que, asegura, se “han buscado soluciones diferentes y, sobre todo, beneficiosas para los abonados”. Sin embargo, tales beneficios se sustancian en la práctica en una serie de descuentos en tiendas, promociones y acceso a contenidos de la página web de las que ya gozaban los socios, que deberán, en cambio, afrontar un pago único para todas las gradas de 50 euros por renovar sus carnés o darse de alta en la entidad.

El Celta ha establecido como plazo límite para renovaciones y nuevas altas el 31 de diciembre. Los trámites deben formalizarse on line a través del enlace rccelta.es/abonados en la página web del club. Otra de las novedades de la campaña es la supresión de los abonos anuales, con vigencia en un año natural, que también tendrán que ser tramitados antes del 31 de diciembre al mismo precio que los de temporada.

El Celta ha advertido de que no pagar esos 50 euros además podría suponer (además de la pérdida del asiento y de la antigüedad) el tener que pagar una cuota de alta en el momento que decidan volver a hacerse abonados. La medida ha sido puesta en marcha en un momento espacialmente complicado en lo social debido a la crisis económica derivada de la pandemia, pero también en lo deportivo, con el equipo al borde de los puestos de descenso por tercera temporada consecutiva y evidente descontento de la afición por la inacción del club a la hora de reforzar la plantilla en el último mercado de fichajes.

La campaña de abonados ha generado un profundo malestar entre los socios, que en las redes sociales han mostrado con palabras muy duras su disconformidad con la forma de actuar del club, que han calificado de “abusiva”.

La negativa reacción de la afición no resulta nada sorprendente, pues la cuota se paga a cambio de nada e iguala a las diferentes gradas, sin tener en cuenta la capacidad económica de los aficionados. Para algunos la cuota de 50 euros fijada por el club equivale una parte pequeña de su abono y para otros supone casi la mitad.

Diversas peñas celestes difundieron ayer comunicados de protesta contra la medida implementada por el club e incluso se puso en marcha en change.org una petición de firmas con el lema “Non os abusivos abonos do Celta de Vigo”.

No es, sin embargo, el Celta el único que va a cobrar por conservar su abono sin contraprestaciones. Otros clubes de Primera, Segunda División, e incluso Segunda B, como el Deportivo, han elegido también esta vía para compensar la caída de ingresos como consecuencia de la pandemia.