Iker Losada encara a un rival en Barreiro. | // RCCELTA

El filial céltico desperdició un penalti para haberse adelantado en el marcador al inicio de la segunda parte y cuando mejor y más cómodo se encontraba el conjunto de Onésimo, Álex López, con un sutil disparo, transformó en el gol del triunfo una falta en la frontal del área viguesa. Porque en la recta final del choque el Celta B encerró a los ferrolanos en su propio campo y dispuso incluso de alguna buena ocasión para haber rescatado al menos un punto. Pero la falta de puntería y las buenas intervenciones de Diego Rivas evitaron el gol local y permitieron al Racing llevarse el triunfo.

Algo más de ocho meses después, el Celta B regresaba a Barreiro pero lo hacía sin público debido a la complicada situación actual. El nuevo proyecto de Onésimo, con muchas caras nuevas respecto a la pasada campaña, apuntaba de incio a un 4-2-3-1, en el que sorprendía poderosamente la presencia de Iker Losada en el lateral derecho. Sin embargo, el paso de los minutos mostraba que el técnico céltico, ante el potencial ofensivo del Racing, encabezado por Joselu y David Rodríguez, había optado por blindar el centro de su defensa con Brian Ferrarés, Markel y Lucas Cunha. Así, Losada ocupaba el flanco derecho pero como carrilero, con Diego Pampín realizando idéntico trabajo pero en la izquierda. Jordan Holsgrove y Alberto Solís fueron los elegidos para dirigir al equipo en mediocampo, con Bruninho escorado a la banda izquierda, Fon partiendo desde la derecha aunque con mucha libertad y tendencia a ocupar la parcela central y Raúl Blanco como jugador más adelantado.

Los ferrolanos, sobre el papel uno de los grandes favoritos al ascenso, confirmaban su condición en los primeros instantes. Con una intensa presión muy arriba, complicaban mucho la salida de balón de los locales, con problemas en ese cuarto de hora inicial. De hecho, no tardaron ni cinco minutos en dar el primer aviso de su peligrosidad, en una falta lateral sacada por Álex López y rematada fuera por poco por Jon García. Y poco después era otro de los varios ex célticos ahora en el Racing, el delantero David Rodríguez, el que remataba alto en una buena posición para haber exigido mucho más a Patrick Sequeira.

Superado el cuarto de hora, el Celta B logró sacudirse la presión ferrolana y tener más posesión aunque sin llegar con claridad ni asiduidad a las inmediaciones de la portería defendida por Diego Rivas. Eso sí, los visitantes, a la mínima, exhibían su potencial ofensivo. Como sucedió mediada esta primera parte, en un saque largo de su guardameta, tocado de cabeza por Elson José, en el que Markel, oportunísimo, se adelantó a Joselu cuando se disponía fusilar a Sequeira.

La mejor oportunidad céltica en estos cuarenta y cinco minutos iniciales llegó a balón parado, en una peligrosa falta en la frontal provocada por Raúl Blanco tras una gran recuperación de Holsgrove. Sin embargo, el disparo de Solís, en una posición muy semejante a la falta que acabaría suponiendo el tanto del triunfo ferrolano, lo atrapó con tranquilidad y seguridad Diego Rivas.

Onésimo aprovechó el intermedio para realizar una sustitución y variar su esquema. Mangano entró en el campo por Bruninho y el Celta B recuperó el 4-2-3-1. Markel se colocó por delante de la defensa, dejando más libertad a Solís y Holsgrove para descolgarse en tareas ofensivas, y Losada pudo preocuparse ya más de atacar, con el recién entrado Mangano tapando sus espaldas. El cambio táctico dio los frutos esperados. El filial céltico se encontraba ahora mucho más cómodo en el campo y su juego tenía más fluidez. Las ocasiones no terminaban de llegar pero sí que las sensaciones eran mucho más positivas.

Esa inercia parecía confirmarse definitivamente cuando Alfon consiguió adelantarse a Seoane en un balón suelto dentro del área visitante, provocando un claro penalti. Solís asumió la responsabilidad de efectuar el lanzamiento pero Diego Rivas adivinó su intención para evitar el gol.

Pese a haber desperdiciado desperdiciado esa buena oportunidad para adelantarse en el marcador apenas reanudado el choque tras el descanso, el Celta B continuaba llevando la iniciativa. Por eso, al cuarto de hora, Emilio Larraz apostó por un doble cambio dando entrada a Juan Peñazola y Fer Beltrán por Diego Seoane y Dani Abalo para intentar variar el partido.

No hubo tiempo para saber si el cambio iba a producir los efectos esperados porque una mano de Holsgrove al borde del área permitió a Álex López superar la barrera con un medido disparo para firmar el 0-1.

Con ventaja en el marcador, el Racing retrasó líneas y cedió la iniciativa al Celta B para tratar de sentenciar al contragolpe. Mientras, los locales mantenían la buena línea del inicio de la segunda mitad pero ahora, acuciados por la necesidad, con una mayor profundidad. Así, Pampín lograba profundizar hasta línea de fondo para poner un buen balón atrás que encontró el remate de Alfon y una gran intervención de Diego Rivas.

Onésimo, por su parte, buscaba nuevas soluciones y retiraba a Alfon para dar entrada a Lauti, recuperando la línea de tres atrás y colocando al recién salido al campo y a Manu Justo, que había sustituido poco antes a Raúl Blanco, como las referencias ofensivas. Pese a todo, no sería hasta los últimos diez minutos cuando el filial céltico dispondría de otras tres buenas oportunidades para haber logrado el empate. La primera fue en otra buena llegada por banda izquierda de Pampín tras una gran acción colectiva. En esta ocasión su pase atrás fue para Justo, que tuvo tiempo para controlar y disparar pero se encontró otra vez con Rivas para evitar el tanto.

Losada tampoco estuvo fino en un lanzamiento demasiado alto desde la frontal después de un par de rechaces dentro del área. Y ya en el tiempo de descuento, Lucas Cunha, que se había incorporado a la desesperada como delantero, colocó una pelota por encima de la defensa. Manu Justo peleó lo justo para conseguir conectar un remate que parecía el empate hasta que Rivas logró sacar un milagroso pie para enviar la pelota a córner y asegurar ya definitivamente el triunfo de los suyos