La plantilla de Celta se ejercitó ayer tarde en las instalaciones deportivas de A Madroa sin secuelas físicas visibles del partido del pasado sábado contra el Valencia, a pesar de que tanto el centrocampista peruano Renato Tapia como el defensa central colombiano Jeison Murillo concluyeron el choque con sendas sobrecargas musculares.

Ambos futbolistas se ejercitaron ayer con total normalidad y, si no sucede ningún contratiempo en los próximos días, estarán en perfectas condiciones físicas para el compromiso liguero del próximo domingo contra el Real Valladolid en el Nuevo José Zorrilla.

Después de dos jornadas de competición, la enfermería celeste sigue únicamente ocupada por los porteros Sergio Álvarez y Rubén Blanco, lesionados de gravedad en el tramo final de la pasada temporada. Ambos tienen por delante varias semanas más de recuperación. Los servicios médicos consideran que Rubén podría reaparecer a finales del próximo mes de octubre o comienzos de noviembre.