Los jugadores del Celta pusieron fin a sus vacaciones con los test PCR de control del coronavirus al que se sometieron ayer en la clínica de la sede de Príncipe. El equipo, sin embargo, esperará hasta el miércoles para dar comienzo a una pretemporada en la que Óscar García contará en principio con 30 futbolistas, de los que nueve pertenecen al filial. En esta relación faltan Emre Mor, el 'Toro' Fernández, Jozabed Sánchez y David Costas. Los cuatro tampoco acudieron ayer a las pruebas de control de la pandemia. Su futuro inmediato parece alejarse de Balaídos por diferentes motivos: a Mor y a Jozabed se les busca destino inmediato; el 'Toro' podría estar a punto de marcharse cedido a un Segunda División; y Costas pasaría a pertenecer al Almería si el equipo andaluz obtiene una plaza en Primera División en la fase de ascenso que inicia dentro de unos días. A Vigo sí regresaron Jorge Sáenz y Pione Sisto. Ambos han sido citados para el miércoles en A Madroa, a pesar de que el tinerfeño interesa al Valencia y el danés es uno de los declarados transferibles por el club, al igual que Juan Hernández y probablemente David Juncà. Los recién fichados Renato Tapia y Álvaro Vadillo tuvieron ocasión de conocer a sus nuevos compañeros.

Desde calle del Príncipe justificaron ayer las ausencias de Mor, Jozabed y el 'Toro' Fernández con que los tres disponen de "permiso del club" para prolongar unas vacaciones de apenas quince días para los que el 19 de julio cerraron LaLiga ante el Espanyol.

Emre Mor, que el curso pasado se marchó cedido a Turquía y a Grecia, no cuenta para el Celta, que intentará obtener por medio de una venta al menos una pequeña parte de los alrededor de 12 millones de euros que desembolsó en 2017 al Borussia Dortmund por el atacante turcodanés, al que le restan dos años de contrato en Vigo. Mientras que apenas contó para los cuatro últimos entrenadores del Celta, tampoco ha sido incluido por Óscar García en la lista de los que el miércoles comenzarán la pretemporada en A Madroa.

El internacional con Turquía ha pasado este verano por Dinamarca, desde donde difundió un vídeo en las redes sociales una de sus sesiones de entrenamiento. La publicación la acompañó con un mensaje de buenas intenciones: "El éxito no es un accidente. Es trabajo duro, perseverancia, aprendizaje, estudiar, sacrificio y, sobre todo, amor por lo que estás haciendo". Pese a estos ideales, en Vigo han perdido la paciencia y la esperanza en poder recuperarlo para el primer equipo. Ahora mismo, Emre Mor es un recuerdo lejano. Su valor de mercado ha descendido hasta los 800.000 euros, según Transfermarkt.es. Su última actuación con la celeste se remota al 13 de abril de 2019, ante el Atlético de Madrid. Después, desaprovechó sus cesiones al Galatasaray y al Olimpiakos.

Mor ni siquiera cuenta para la pretemporada de un Celta que también busca acomodo a Jozabed Sánchez, que jugó a préstamo en el Girona hasta el 30 de junio. El próximo año concluye contrato y se pretende su desvinculación del club vigués.

Otro de los ausentes ayer fue el 'Toro' Fernández, que interesa a clubes de Segunda División como el Tenerife. El Celta pretende ceder al delantero uruguayo para que se adapte al fútbol europeo al no contar para Óscar García, quien ayer también acudió a la clínica de Príncipe para realizarse los test PCR con el resto de su equipo técnico, entre los que se encontraba Quique Sanz, el preparador físico recién incorporado desde el Pumas mexicano.

Los nuevos fichajes, Tapia y Vadillo, así como los lesionados Rubén Blanco y Sergio Álvarez tampoco se perdieron la cita, en la que el presidente Carlos Mouriño y el director deportivo Felipe Miñambres actuaron como anfitriones y recibieron a los jugadores a las puertas de la sede del Celta.