Renovado por la vía del silencio administrativo, a la manera discreta que tan bien se le ajusta: Kevin Vázquez seguirá vistiendo de celeste hasta junio de 2023. El nigranense había firmado en 2018 por cinco años, pero con la opción de que el Celta lo cortase antes del 30 de junio de 2020. No ha sucedido y se ha activado por tanto la ampliación automática de contrato. No es solo en premio a su disciplina y sentido de club. Esta recta final de temporada lo ha vindicado. Kevin, que pareció condenado a una eterna juventud en el filial, ha alcanzado la edad adulta dentro de la cancha.

Ya lo había hecho fuera, con más poso que otros. Estudiante de Químicas, serio y apegado a la realidad cotidiana, Kevin compone con Hugo Mallo una extraña pareja, tan al norte y al sur de A Madroa incluso en su nacimiento. El marinense saltó directamente del juvenil al primer equipo. Internacional en las categorías inferiores, ha sido durante muchas temporadas uno de los laterales más consistentes del fútbol español, solo torpeado por las lesiones. A sus 29 años, galopa hacia el récord de partidos en Primera de Mostovoi y el absoluto de Manolo. Ejerce como capitán sénior desde hace cuatro campañas.

Kevin, de 27 años, ha crecido a la estela de Mallo, pero siguiendo su propio camino. Ha batido el récord de partidos y victorias en el Celta B, que igualmente capitaneó durante varias temporadas. Ya muchos habían perdido la esperanza de verlo entre los mayores cuando el club le hizo sitio en verano de 2018.

Lo cierto es que el Celta nunca ha querido fichar un lateral que le discutiese el puesto a Mallo. Pero el rendimiento de este ha bajado en los dos últimos ligas, en gran medida por una sucesión de molestias físicas -rodilla, pubalgia-. Ahora mismo se encuentra de baja por el traumatismo en un dedo del pie que no se refleja en el parte médico. Mallo, quizá como enseñanza de su mentor Quique de Lucas, prefiere ocultar sus dolores a la luz pública.

Los problemas y bajones de Mallo no han supuesto un mayor protagonismo para Kevin de manera inmediata. En la pasada temporada se quedó fuera de la convocatoria en 18 ocasiones y solo participó en cuatro partidos ligueros. Y eso que Mohamed, tras alinearlo en Copa ante la Real, admitió su validez: "Ha hecho un partidazo".

Pero Kevin, un poco en la dinámica de la pareja que también compone Sergio con Rubén Blanco en la portería, nunca ha desmayado pese a los obstáculos ni ha regateado una sola gota de sudor en los entrenamientos. Y al fin le ha llegado su premio. Acumula 14 partidos, con cinco titularidades consecutivas y elogios generales en las últimas citas. Kevin no deslumbra, pero tampoco naufraga. Acude con brío a cada choque, defiende su trinchera y está mejorando su aportación ofensiva desde la sencillez. Prolongando la estirpe de Otero y Míchel, encajonado generacionalmente entre Mallo y Carreira, Kevin ha encontrado su sitio.