El Celta Zorka Recalvi inició la segunda vuelta del campeonato con una importante victoria ante el Arxil en el derbi provincial. Un partido con dos claves importantes en el desenlace final, y que fueron el parcial de 16-1 a favor del cuadro vigués en los últimos cinco minutos del primer cuarto, y las veintiséis pérdidas de balón del cuadro pontevedrés.

Independientemente del resultado, el partido le dejó al equipo vigués esas buenas sensaciones que necesitaba ante la llegada de una de las partes más complicadas del calendario, que son los partidos ante los equipos de la zona alta de clasificación. Cantero forzó al máximo con las jugadoras que van a tener que sacar las castañas del fuego en campos como el del próximo fin de semana, el Wizink Center de Madrid. En otras situaciones, con el partido encarrilado desde muy pronto, la entrenadora del cuadro vigués aprovechaba la circunstancia para darle minutos a las jugadoras junior, pero en esta ocasión no fue así.

Defender y correr, esa seña de identidad del cuadro vigués, reapareció ayer después de mucho tiempo, lo que permitió que las jugadoras entrenadas por Cristina Cantero recuperaran la sonrisa en sus rostros. A nadie se le escapa la difícil papeleta que le espera al equipo para lograr una de las cuatro plazas que clasifican para la fase de ascenso, pero por lo menos el equipo ha recuperado su seña de identidad y hay que esperar lo mejor de la plantilla viguesa en los partidos que le esperan.

Sin embargo el partido comenzó con un equipo vigués que de nuevo tenía muchas dudas. Arxil conseguía ponerse por delante con dos triples, que no eran significativas, pero que obligaban a las célticas a replantearse muchas cosas. Un cambio que fue lo mejor que le pudo pasar al equipo. En los últimos cinco minutos, el Celta Zorka Recalvi lograba un parcial de 16-1, lo que llevaba al marcador de un 6-10 a un 22-11, y todo encarrilado para el equipo entrenado por Cristina Cantero.

El guión no cambió en el segundo periodo. El cuadro vigués mejoró en defensa y lograba recuperar numerosos balones. De hecho, al final de los primeros veinte minutos, las verdes habían perdido catorce balones, diez de ellos recuperados por las viguesas. Poco a poco las diferencias fueron aumentando, y a un minuto para llegar al descanso, el cuadro vigués alcanzaba los diecinueve puntos de ventaja.

El equipo vigués se tomó el partido ante el Arxil como una prueba general ante el de la próxima semana ante el Movistar Estudiantes, y por ello Cantero no paraba de darle instrucciones a sus jugadoras, que tras el paso por el vestuario mantenían la veintena de puntos de ventaja. La entrenadora viguesa buscaba desde hace tiempo que el equipo mantuvieron la misma alta intensidad durante los cuarenta minutos, y ayer lo hicieron. No los cuarenta, pero si la mayor parte del encuentro.

En los diez minutos finales todo estaba visto para sentencia. Las jugadoras del Celta Zorka Recalvi acusaron el desgaste físico, y es que cuatro jugadoras casi llegan a los treinta minutos de juego y dos a los veinticinco, dejando para los junior los instantes finales del encuentro.

Un partido en donde lo de menos fue el marcador final, ya que lo más importante fueron esas sensaciones que parecían olvidadas por el equipo.