Iago Aspas señalaba tras la derrota en Mendizorroza que la misma tenía que servir como "punto de inflexión". El partido ante el Alavés, según Fran Escribá, provocará algún cambio de piezas e incluso en la mecánica del juego celeste. Ayer, el técnico valenciano habló con detalle de la derrota ante el Alavés, un partido que el cuerpo técnico ha repasado hasta el último detalle para evitar que se repitan errores. Revisar el pasado para mejorar el futuro. Ortodoxo en la aplicación del 4-4-2, Escribá admite lo negativo del inmovilismo.

"Tuvimos otra derrota y uno se plantea cambiar cosas. Al final, el inmovilismo es lo que no nos lleva a progresar. Algún cambio habrá en el once, intentando buscar esa mejora del equipo", proclamó ayer Escribá en la rueda de prensa ofrecida en Balaídos.

Una de las taras del Celta es su comportamiento pusilámine, sin intensidad y agresividad. "Lo hemos analizado y lo hemos hablado dentro del vestuario de que no se pueden hacer 5 faltas en 90 minutos. De esas cinco faltas, dos las hace tu delantero centro. No es un tema de intensidad, es un tema de agresividad bien entendida, de disputa, de choque", apunta el técnico céltico en referencia a la actuación en Vitoria.

"Es difícil, con esa falta de agresividad, puntuar en campos como el del otro día", señala Escribá antes de abordar la necesidad del cambio de algunas piezas. "Hemos trabajado de todo, con sinceridad. Algún cambio de jugadores vamos a hacer. Ya no solo por encima del estilo o del sistema, hemos trabajado ciertos mecanismos para mejorar aquellas cosas que creemos que debemos mejorar. Con indepencia del dibujo, ha sido más una serie de mecanismos que nos van a venir bien en general, pero que además creemos que son los idóneos para el partido de mañana [por hoy]".

"También habría que mejorar los mecanismos defensivos. En lo que es la salida de balón, como ocurrió en el segundo gol, cometimos una pérdida en campo propio, en una jugada que podía ser clara de ataque. Ese tipo de mecanismos hay que mejorarlos para que no nos ocurran ante un equipo que tiene gente muy dinámica arriba", insistió el valenciano.

Pione Sisto fue el señalado en ese segundo gol, pues según Escribá retrasó el balón a Lobotka cuando tenía la opción de jugar con Aspas y superar una línea rival. "Además de la exigencia que los técnicos hagamos, hay una parte fundamental hoy en día que es la autoexigencia. Si la autoexigencia no es grande, el rendimiento se resiente", añade. Sisto se quedó fuera de lista de convocados.