El entrenador del Celta, Fran Escribá, ha realizado varias consideraciones a nivel táctico en la primera parte de la entrevista que ha concedido al programa Ao Contrataque, de la Radio Galega. Escribá habla del dibujo, de la mejor ubicación de Iago Aspas o de su visión sobre Okay, entre otras consideraciones.

La victoria sobre el Athletic Club de Bilbao ha concedido a Escribá dos semanas de tranquilidad para trabajar en los mecanismos colectivos del equipo. La directiva nunca ha manifestado públicamente ninguna duda sobre su continuidad y Escribá asegura que tampoco la ha sentido a nivel interno. Siente que hubiera seguido en el cargo, y sin fisuras, aunque se hubiese perdido el encuentro contra los bilbaínos. "Aquí no he sentido el nerviosismo de la gente. En absoluto. Tengo muy buena relación, lógicamente, con la gente del club y con la gente que manda en el club. Es una relación casi diaria. Siempre que hay cualquier cosa se habla", comenta el preparador valenciano, que agradece la serenidad de su vida en Vigo y niega haber sentido que la afición estuviese descontenta. Al contrario, destaca la unión de equipo y entorno.

En esta situación, el debate prosigue sobre el juego del Celta, la alineación y la disposición táctica. Escribá admite y entra en el debate, aunque advierte: "Hay momentos en que no puedes explicar públicamente qué le pasa al equipo. Puede ser el momento de forma de un jugador y si lo dices, señalas a los jugadores. O un problema interno, alguna cosa que pasa. Es una parte inherente al cargo".

La Operación Retorno ha congregado un caudal extraordinario de talento en la plantilla, pero es cierto que a cosa de dejar desatendidas ciertas peticiones del entrenador o aparcando criterios establecidos a comienzos del mercado veraniego, como el fichaje de jugadores de banda de ida y vuelta, que acudan al espacio. Pero Escribá, que insiste en que sus palabras sobre las limitaciones de la cantera estuvieron mal hiladas y mal interpretadas, admite que da por bueno el sacrificio: "La primera vez que me lo dijeron pensé: ¿cómo van a venir Denis, Rafa€? Por mucho que quieran a este club, que lo quieren. Tenía que haber un sacrificio de ellos a nivel contractual. Me ilusioné como todos. Me pareció extraordinario. Ganamos en calidad del plantel". Y añade: "Yo nunca pedí públicamente el nombre de nadie. Creo que contestaba lo que creía, que nos hacía falta alguien externo. Rafa es un hombre polivalente, como Denis. Se me dijeran otro jugador o Rafinha, sé que habría dicho Rafinha".

A la composición de la plantilla le ha seguido la tarea exclusiva de Escribá y sus ayudantes: encajar las piezas en un mecanismo común que mitigue defectos y potencie virtudes. Un proceso que no ha concluido. A Escribá se le critica que se muestra excesivamente rígido con su 4-4-2. Lo niega. Admite otros sistemas, aunque defienda que éste es el más adecuado. Señala por ejemplo que el 4-3-3 "no es que sea complicado con este plantel. Por ejemplo, Pione es un hombre que nos podría dar bien en el extremo. Es una pelea con él porque también se siente cómodo en situaciones interiores".

La complejidad reside precisamente en coordinador lo que conviene a nivel colectivo con las mejores prestaciones individuales. Escribá se niega a desplazar a Aspas hacia la banda derecha, aunque el moañés haya rendido en esa posición en temporadas como la de las semifinales de la Europa League. Lo prefiere en territorios centrales: "También va cumpliendo años y no es lo mismo tener 27 que 32. Luego creo que Iago donde realmente hace daño es en esas situaciones. No tiene tanto desequilibrio fuera aunque que en otros años hiciera esos goles. Yo creo que hacer eso nos complicaría. La Liga es larga y en algún momento puede que se dé esa situación. Hay que pensar que los jugadores evolucionan y hay que buscar el colectivo primero".

Reunir en una misma alineación a Brais, Rafinha, Santi, Denis y Aspas es una aspiración que Escribá entiende, aunque condiciona: "Es posible. Con cambio de dibujo y sin él. Rafa puede ser un mediocentro. De hecho, me fastidia que se quede fuera uno de los jugadores en los que confío tanto. Buscamos equilibrio". El técnico lo contempla más como alternativa durante el desarrollo de un partido que como opción inicial.

Escribá sabe que con tanto jugador con tendencia a trayectorias interiores, como Denis, Rafinha o Brais, la importancia de los laterales en el plan ofensivo es vital: "Los partidos en los que hicimos daño fueron en los que aprovechamos la amplitud del campo. Somos un equipo que cuando va por fuera con los laterales también hace daño".

Resulta también evidente el peso que tiene Okay en la estructura céltica, que Escribá admite a la vez que revela que debe seducir al turco para que admita el rol que el entrenador propone: "Como mediocentro defensivo pienso que Okay puede ser extraordinario, al máximo nivel. No le gusta mucho esa función de medio defensivo, pero creo que es en la que mejor encaja. Nos da un juego aéreo que nos sirve de mucho".

En resumen, Escribá valora: "El Celta siempre ha apostado por jugadores que juegan bien. Hubo años en los que uno recuerda al Celta jugando muy bien al fútbol. Creo que, en ese sentido, a nivel general del equipo ha jugado bien. ¿Se podía jugar mejor? Sin duda".