Definitivamente Rubén Blanco no tiene suerte con las lesiones. Once días después de arrancar la pretemporada, el portero blanco sufrió durante el entrenamiento matinal de ayer en Baltar el primer contratiempo del nuevo curso. Se trata de un problema de carácter leve, pero que va a retrasar un par de semanas su puesta a punto. El jugador sufre un esguince en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha, según informaron ayer los servicios médicos del Celta. El parte de enfermería precisa que el periodo de baja no será superior a dos semanas, con lo que, sobre el papel, la lesión no compromete su participación en el primer partido de Liga, el sábado 17 de agosto, frente al Real Madrid en Balaídos.