¿Ha cambiado Emre Mor? ¿Desterrará los malos hábitos el jugador turco-danés para poner por fin todo su talento al servicio del equipo si sigue en el Celta el próximo curso? ¿Podrá justificar el futbolista en algún momento los 13 millones de euros que el conjunto celeste pagó hace dos veranos al Borussia Dortmund por su fichaje? Como el zumbido al moscardón, las dudas se asocian inevitablemente a la carrera Mor, que estos días se afana para demostrar al Celta que puede recuperarlo la próxima temporada para la causa, poniendo fin a dos desastrosas campañas en el que ha sido noticia por los continuos problemas de indisciplina que han llevado a tres entrenadores diferentes a apartarlo del equipo.

Desde que el equipo inició sus vacaciones a mediados del pasado mes de mayo, Emre Mor se ha mostrado inusualmente activo en las redes sociales para mejorar la mala imagen que tanto ha devaluado su cotización de mercado desde que hace dos veranos se convirtió en el segundo fichaje más caro de la historia del Celta.

En los últimos días, el futbolista turco-danés ha subido diferentes vídeos a las redes sociales en los que puede vérsele machacándose en el gimnasio, corriendo en el campo y anotando goles de falta que ha acompañado con comentarios del tipo "cargando las pilas" -que propició un chascarrillo de Iago Aspas-, "vacaciones terminadas es momento de trabajar duro y prepararse para la próxima temporada" o "pilas cargadas" aludiendo al comentario jocoso del moañés.

Claro que no es la primera vez que Emre Mor hace propósito de enmienda. La pasada pretemporada, sin ir más lejos, el futbolista se mostró convencido de que la llegada al banquillo de Antonio Mohamed iba a permitirle poner su mejor fútbol al servicio del equipo. "Quiero demostrar a la gente lo buen jugador que soy", declaró a este diario el futbolista de ascendencia turca.

Mor achacó entonces los problemas vividos en su primer año a la dificultades para adaptarse a un nuevo fútbol y a un nuevo país. "Estoy convencido de que el segundo año va a ser más fácil que el primero", aseguró.

Los hechos le quitaron sin embargo la razón. Lejos de crecer en participación e influencia en el equipo, el rendimiento se desplomó en sus segundo año, en el que el futbolista solo fue noticia por los episodios de indisciplina que llevaron a Antonio Mohamed y más tarde a Miguel Cardoso a apartarlo del equipo.

En su primera campaña en el Celta, Emre Mor disputó 23 encuentros de Liga (y cuatro de Copa del Rey (940 minutos en total), aportando al equipo un gol y una asistencia; el pasado curso su participación cayó casi a la mitad (468 minutos repartidos en diez partidos de Liga y dos de Copa).

Arrinconado en el Celta y con poco mercado para salir (el equipo celeste está dispuesto a venderlo pero no va a regalarlo), el futbolista vuelve a hacer propósito de enmienda en un tono menos altanero que en el pasado. Mor es consciente de que consciente de que su carrera declina grandes pasos y necesita minutos de calidad para reactivarla. No le tendrá nada fácil. Con la llegada segura de Denis Suárez, seguramente Santi Mina (quizá Nolito) y otro atacante más, jugar en el Celta va a estar muy caro la próxima temporada.