Fran Escribá confirmó que la plantilla tiene ganas de dar carpetazo a una "decepcionante" temporada brindando a la afición de Balaídos un último triunfo frente al Rayo Vallecano que permita al Celta escalar alguna posición en la tabla. "Nosotros hemos sufrido dos meses y medio pero ellos, todos, no solo los jugadores, sino todo el mundo ha sufrido mucho estos diez meses. Hay ganas de que acabe todo bien", resumió el técnico céltico en la rueda de prensa previa al partido.

Aunque la posibilidad de descenso es remota, el entrenador del Celta aseguró que su equipo afrontará el choque con la máxima tensión. "No está hecho del todo pero, con independencia de esa probabilidad pequeña que existe, queremos acabar como lo estamos haciendo en los últimos partidos en casa, ganando delante de nuestra gente", destacó.

Con Balaídos lleno para festejar la continuidad del equipo vigués en Primera División, el preparador valenciano espera que la afición empuje al equipo hacia un quinto triunfo consecutivo como local que mejore su situación clasificatoria. "Seguro que va a haber otra vez un ambiente extraordinario y queremos acabar con una victoria y si podemos acabar decimocuartos pues mejor que decimoquintos o decimosextos. Queremos acabar lo mejor posible dentro de que ha sido un año difícil para todo el mundo", apuntó.

Escribá confesó que llegar a la última jornada con todo a favor para mantener la categoría ha supuesto un gran alivio para el grupo, que solo piensa en rematar la faena. "La sensación general es que nos hemos quitado un peso de encima, pero yo creo que los jugadores son conscientes de que no está hecho y son los primeros que, después de un año tan difícil, quieren acabar bien", subrayó. Y agregó: "Se lo he oído decir a ellos, que quieren acabar bien por todo lo que han sufrido e incluso me han dicho que por la afición. Al final les hemos hecho pasar un año que no ha sido el que esperábamos y queremos acabar bien por ellos también. El equipo está más que motivado".

Al técnico celeste se le preguntó qué pensaría si estuviese en la piel de Eusebio Sacristán, el entrenador del Girona. "Pensaría que es muy difícil porque hay una diferencia de goles importante, y porque se tienen que dar que ganen cómodo y perdamos de forma grande. Lógicamente tienen pocas posibilidades", reconoció. "Si estuviera en su lado pensaría que alguna hay. Desde el mío pienso que alguna tienen, pero la primera premisa de la que parto es que nosotros queremos y vamos a hacer todo por ganar el partido. Eso elimina cualquier opción", precisó.

Interrogado luego sobre su continuidad en el Celta, el preparador valenciano afirmó que no se han producido novedades y que el asunto sigue en suspenso hasta que se reúna con el club la próxima semana. "Con el club me voy a sentar de una forma u otra, para darnos un abrazo y desearnos la mayor de las suertes en el futuro o para darnos un abrazo y continuar. En cualquiera de los casos, yo estoy muy agradecido al tiempo que estoy aquí", relató Escribá, quien reconoció que está contento en Vigo. "Estoy muy feliz aquí desde que llegué, incluso en los peores momentos, y tengo una gran relación con la afición. La gente es muy cariñosa conmigo y se lo agradezco", observó el valenciano, que remachó: "Las decisiones tenemos que hacerlas pensando en el bien del Celta. Si el bien del Celta es que yo continúe, seré el primero que estaré encantado de continuar, pero si el bien del Celta es que venga otro compañero que pueda hacerlo mejor, creo que ése será el camino a tomar".