San Mamés se erige en LaLiga como una fortaleza inexpugnable en lo que va de 2019. Además, la experiencia del Celta en Bilbao a lo largo de la historia solo refleja tres victorias en 52 visitas del campeonato regular. Pero Fran Escribá se muestra optimista y confía en sus jugadores, aunque advierte del peligro del arranque del partido, por lo que subraya a los suyos: "Hay que salir valientes".

Habla el técnico valenciano desde A Madroa de la fortaleza del equipo de Gaizka Garitano, destaca su dominio aérea y la peligrosidad de Iñaki Williams. "Es un equipo fuerte en su casa. Siempre históricamente ha sido un campo muy difícil y ahora jugándose cosas, peor. Son los que más opciones tienen de ser séptimos. Es un partido para tener mucha personalidad", manifiesta.

Al analizar el duelo de esta tarde en San Mamés, Escribá recuerda el fuerte ritmo que los locales imprimen en el arranque del partido. "Para empezar, los espero muy intensos. Con el Rayo marcaron nada más empezar el partido y con el Eibar marcaron en la primera jugada del partido. Es un equipo que los primeros 10-15 minutos sabes que van a apretar mucho". Pero va más allá el preparador celeste: "Van a apretar los 90, pero siempre ese inicio, con San Mamés, con todo lo que ellos quieren, va a ser muy duro. Por eso dije que es un campo para tener personalidad y salir valientes, porque si sales pensando en defender tienes pocas opciones".

Escribá insiste en su discurso en la capacidad de ser uno mismo ante un reto complicado. "San Mamés siempre te exige mucho y es un partido que exige personalidad a todos: entrenadores, jugadores, árbitro. Todo el mundo tiene que tener una gran personalidad porque es un escenario que aprieta mucho, que es muy intenso".

El Celta, pese a los malos antecedentes, se presenta en Bilbao con la idea clara de sellar la permanencia, que conseguiría con un triunfo y con un empate si pierde el Girona. "Es uno de los campos bonitos para intentar salvarse ganando allí".

Sin embargo, también cabe la posibilidad de que todo quede pendiente para la cita definitiva en Balaídos contra el Rayo Vallecano, ya descendido. "No es nuestra idea [dejar la salvación para el último partido]. Creo que hemos sido capaces, en este último mes, de revertir una situación muy difícil en una situación que sigue siendo complicada, pero que está en nuestra mano. Nuestra idea es intentar ganar mañana [por hoy]. Sabemos que ganando mañana prácticamente está hecho. No tenemos otro objetivo. ¿Si luego tenemos que jugarlo en el último? Pues lo afrontaremos con tranquilidad, con tensión, con todo lo que conlleva un partido de fútbol. De entrada, no es lo ideal llegar al último partido con cosas por hacer", sostiene el preparador.

A falta de dos jornadas de Liga, el Girona ocupa la plaza de descenso que continúa pendiente, pues las otras dos ya se las adjudicaron el Rayo y el Huesca. Escribá no ve un candidato claro, a pesar de que el equipo catalán parte con un punto menos que el Valladolid y tres menos que Levante, Villarreal y Celta. "Me guío por dos cosas. Una, la defensa de mi equipo, pensar que el Celta nunca será uno de esos equipos. La otra, que tengo amigos en todos los equipos que se juegan algo. Cualquiera que baje, como los dos que ya están, a mí me duele. Entiendo que compañeros, jugadores y aficiones lo han dado todo para que eso no ocurra, pero al final hay tres que tienen que bajar. No tengo ninguna preferencia excepto, como es normal, que ese tercer equipo no seamos nunca nosotros".

Sobre quién cree que se va a salvar del descenso, Escribá confía en las opciones de su equipo, aunque ve muy abierto el final del curso: "No lo sé, sinceramente. A estas alturas, independientemente del calendario, todos tenemos dos partidos muy difíciles, en los que nos jugamos muchas cosas. Todos tenemos algún obstáculo más grande de lo que parece".