Al margen de la victoria que tan bien encarrilada deja la permanencia, una de las mejores noticias del encuentro del pasado sábado contra el Barcelona, fue que el Celta anotó dos goles sin tener que sacar la pelota de centro. El equipo vigués lograba así encadenar dos partidos consecutivos con la portería a cero por primera vez en la presente temporada contando con el empate sin goles rebañado la semana anterior en Butarque.

Fran Escribá conseguía, de este modo, lo que no lograron previamente Miguel Cardoso, Antonio Mohamed y Juan Carlos Unzué, los tres entrenadores que le precedieron en el cargo. Hay que remontarse a la brillante etapa de Eduardo Berizzo al frente del banquillo de Balaídos, concretamente a la temporada 2015-16, para encontrar un logro semejante.

Aquella temporada, el conjunto celeste logró enlazar hasta en tres ocasiones dos partidos con la portería a cero. La última vez lo consiguió en Mestalla, el 20 de marzo de 2016, con Sergio bajo el travesaño. El Celta se impuso por 0-2 al Valencia tras haber derrotado en la jornada anterior, también con el Gato de Catoira defendiendo su portería, a la Real Sociedad en Balaídos (1-0). Antes, el Celta había encadenado otras dos jornadas sin encajar, entre las jornadas vigésimo sexta (0-1 al Getafe) y vigésimo séptima (0-0 contra el Villarreal), también con el guardameta catoirano y decimoquinta (0-2 al Granada) y decimosexta (1-0 al Espanyol) alternando a sus dos porteros.

No volvió a lograrlo el cuadro celeste el siguiente curso con Berizzo ni con su sucesor, Juan Carlos Unzué, la pasada temporada, en el que el cuadro celeste cerró el curso con 60 goles en contra, una de las cifras más altas de los últimos tiempos.

La drástica reducción del número de goles encajados fue la prioridad de Antonio Mohamed, que estuvo muy lejos de lograr su objetivo. Tampoco lo consiguió Miguel Cardoso, que incluso empeoró los malos números de su predecesor cambiando de portero.

La llegada de Escribá ha dado un vuelco a la situación. El técnico ha dado continuidad a la decisión de Cardoso de poner la portería en manos de Rubén y la llegada en el mercado de invierno del uruguayo Lucas Olaza le ha permitido encontrar una combinación defensiva de garantías (Mallo, Cabral, Araújo y Olaza) que ha proporcionado al equipo un orden y equilibrio desconocido este curso. El preparador valenciano valoraba así este logro tras derrotar al Barça. "Hasta la semana pasada habíamos encajado en todos los partidos y le doy importancia a esto. Hemos encontrado el equilibrio de marcar menos goles, pero también encajar menos".