La cuenta atrás de la salvación se ha activado para el Celta, que afronta los últimos diez partidos de la temporada en puestos de descenso con la obligación de recortar cuatro puntos al Villarreal o al Valladolid, los equipos que ahora mismo marcan, con 29 puntos, la frontera de la salvación. A los de Fran Escribá le esperan tras el parón de selecciones diez finales.

Disputada la vigésimo octava jornada de competición, los celestes ocupan por segunda jornada consecutiva (y tercera del curso en puestos de descenso) la decimoctava posición de la tabla, con 25 puntos, cuatro menos que amarillos y blanquivioletas, dos más que el Rayo Vallecano y tres más que el Huesca, los equipos que cierran el furgón de cola, con 23 y 22 puntos, respectivamente.

Aunque, con dos meses largos de competición todavía por delante resulta difícil determinar cuántos puntos serán necesarios para garantizarse la permanencia, los expertos (y el propio técnico celeste) consideran que el horizonte de la salvación puede estar esta temporada en 40 puntos, lo que obligaría a los celestes a sumar la mitad de los puntos que restan por disputarse, 15 de los 30 que se podrán en juego en los diez partidos finales.

Salvo que se produzca alguna debacle entre alguno de los equipos que ocupan la zona tibia de la tabla, la carrera por la salvación parece cosa de cinco equipos, que afrontan sobre el papel un parecido calendario, con duelos frente a adversarios de la zona alta y media y no pocos enfrentamientos directos entre ellos.

Para el Celta, la secuencia de tres partidos que tendrá que afrontar en los ocho días siguientes al paréntesis de LaLiga será decisiva. No en vano, el grupo de Fran Escribá se enfrentará consecutivamente al Villarreal (al que recibe el sábado, día 30, en Balaídos) y al Huesca (al que visita en El Alcoraz el miércoles 4 de abril) antes de medirse, también en casa, el sábado siguiente a la Real Sociedad.

El duelo frente al Villarreal es especialmente importante para los celestes por la posibilidad de recortar tres puntos a un rival que puede abrir una racha de siete puntos con los de Fran Escribá, el Celta si pierde. Pero al margen del oponente, después de encadenar tres derrotas y sumar apenas un punto de los últimos dieciocho en juego, los celestes necesitan con suma urgencia una victoria que les permita mirar al futuro con algo de optimismo. Y ganar al Villarreal el próximo sábado en Balaídos supondría todo un refuerzo moral para afrontar los siguientes compromisos contra el Huesca y la Real Sociedad.Si nada se tuerce, para el duelo podrá disponer (aunque sea solo durante algunos minutos) de Iago Aspas.

Tras la intensa semana de competición que seguirá al paréntesis liguero, esperan al equipo vigués siete partidos, cuatro a domicilio y tres en casa. Así, el conjunto de Fran Escribá visitará al Atlético de Madrid (13 de abril), Espanyol (de nuevo en un partido entre semana), Leganés y Athletic y recibirá al Girona y el Barcelona antes de cerrar el torneo contra el Rayo Vallecano.

El Villarreal afronta seis partidos fuera y cuatro en casa. Los de Javier Calleja visitan al Celta, Betis, Girona, Real Sociedad, Real Madrid y Getafe y recibe al Barcelona, Valencia, Huesca y Eibar.

El Valladolid (que añade el coeficiente particular de goles a sus cuatro puntos de ventaja sobre los celestes), jugará como anfitrión ante Real Sociedad, Sevilla, Getafe, Girona, Athletic y Valencia y rendirá visita al Leganés, Alavés, Atlético de Madrid y Rayo Vallecano.

El conjunto de Vallecas, mientras, afronta, como el Celta, la mitad de sus partidos en casa. Los madrileños reciben al Betis, Valencia, Real Madrid y Valladolid y se desplazan a los campos del Eibar, Athletic, Sevilla y Levante y concluyen la LaLiga en Balaídos.

El colista, Huesca, se desplaza por último al Santiago Bernabéu, el Ciutat de Valencia, Vallecas, La Cerámica y el Benito Villamarín y se enfrenta en El Alcoraz al Celta, el Barcelona, el Eibar, el Valencia y el Leganés.