Con las tres disputadísimas finales gallegas entre ellos, la fama del Vigo y el Fortuna rebasó las fronteras provinciales. Y ya en 1907 el Vigo, al proclamarse campeón de Galicía, en el segundo torneo, participa por primera vez en el Campeonato de España, que se juega en Madrid entre los equipos Madrid, Vizcaya, Salamanca, Huelva y Vigo.

En su primer partido el Vigo empata 3-3 con el Huelva; en el segundo pierde 3-1 contra el Madrid y en el tercero gana 2-0 al Vizcaya, calificándose en tercer lugar. El Madrid tuvo que jugar dos partidos contra el Vizcaya, segundo clasificado, para proclamarse campeón, por delante de Huelva y Salamanca.

Después de este campeonato, con la rivalidad en aumento de Vigo y Fortuna, se empezó a pensar en el gran equipo que saldría para la ciudad de la fusión de ambos clubes. Y aunque esta idea estaba en el ánimo de muchos, nadie se atrevía a lanzarla por miedo a ser criticado, tanto por miembros de su propio club como de los otros. Y a pesar de que todos estaban seguros de que con la fusión saldría ese gran equipo que tanto se deseaba para Vigo, faltaba el primer paso.

Los partidos se seguían jugando con actuaciones excelentes de los dos grandes del fútbol vigués, con las que aumentaban el número de sus seguidores. En 1908 es el Vigo el que vuelve a clasificarse para jugar en la capital la final del Campeonato de España contra el Madrid. Resulta disputadísima. A pesar del gran partido que realizan todos sus jugadores, el cuadro vigués sale derrotado por 2-1. Una vez más se dejaba constancia de que si se unieran el Vigo y el Fortuna, el equipo resultante podía hacer doblegar a los rivales más representativos de España. Pero seguía sin llevarse a cabo a pesar de la evidencia de la que dejaban constancia las dos escuadras en sus confrontaciones nacionales.

De lo que en cambio sí se dieron cuenta los directivos futbolísticos vigueses fue de que el Relleno se había quedado pequeño para la cada día más creciente afición. Promovieron entonces, con gran acierto, la construcción de un campo de fútbol en la barriada de Coya. Y aquel año de 1908 nacía el que sería el legendario Campo de Coya, por el que, según el maestro de los cronistas deportivos Manuel de Castro 'Handicap', pasó una "Ráfaga Olímpica"; se refirió de esta manera a la selección nacional uruguaya que en 1924 se proclamaría campeona olímpica en París.

Con este nuevo campo aumentó aún más la afición al "foot ball" en la ciudad, pero aún se notaba que Vigo necesitaba ese equipo que le diera mayor proyección tanto a nivel local como provincial y nacional e incluso a nivel internacional. Muchos equipos del otro lado del Atlántico hacían aquí escala obligada en sus competiciones por Europa. Seguía faltando esa persona que desencadenase los acontecimientos.

Y fue en 1909 cuando hizo su aparición en el ambiente deportivo de Vigo un hombre que se convertiría en el gran maestro del periodismo deportivo: Manuel de Castro, conocido más por el seudónimo de "Handicap", con el que firmaba sus columnas en el FARO DE VIGO, en el que empezaba entonces a escribir. Este hombre veía cómo el Vigo y el Fortuna, con sus luchas, perdían la gloria que podían aportar al fútbol vigués con su fusión, consumiéndola sin que ninguno de los dos consiguiese formar entre la élite de los mejores equipos de España. Pero Handicap, sin expresarlo claramente, iba madurando poco a poco esa fusión de la que tendría que salir el gran equipo para Vigo, para Galicia e incluso para España.

Entre tanto, si el Vigo C.F. había construido y jugaba en el magnífico campo de Coya, el Fortuna no quiso ser menos y se hizo el suyo en Bouzas, en cuya inauguración se enfrentó al Deportivo de La Coruña, al que venció por 3-1. Mientras, el Vigo C.F. se fusionaba con el Unión Sporting y se pasaba a llamar: Vigo Sporting Club. Esta movimiento no hizo desistir de su propósito de fusión al maestro Handicap, que seguía adelante con sus gestiones de unificación.

También seguían adelante el ahora Vigo Sporting y el Fortuna, repartiéndose los títulos regionales de fútbol. Campeonatos que ya movían multitudes de gente y no era nada raro ver, tanto en el Campo de San Gregorio de Bouzas como en el Campo de Coya, atraídos por la fama y el prestigio de los dos grandes clubes de Vigo, a muchos aficionados de distintas partes de Galicia.

Cuatro años después, en 1915, Handicap lanza y expone con toda claridad su iniciativa de unión. Es concretamente en un artículo publicado en FARO el 10 de mayo, titulado: "El "Vigo" y el "Fortuna", ¿se fusionarían?", en el que recoge sus principales argumentos. Pero su propuesta es acogida con el silencio absoluto en los medios deportivos e incluso con hostilidad.

El 23 de mayo Handicap escribe con amargura: El revuelo inmenso que habían formado los elementos entusiastas de los Clubs, con motivo de la fusión «Vigo» «Fortuna», parece haber cesado. Esto nos hace pensar si la intentada fusión fracasó.

¿Por qué? Se dice que algunos que, inmerecidamente, se precian amantes del foot ball y que otros que también en el argot footballístico están revestidos del nombre de caciques, se opusieron, se oponen y se opondrán al éxito de la unión.

Y los que esto dicen que se dice, los disculpan con lo menguadas que quedarían sus personalidades al no haber más que un bando, que causaría, naturalmente, la disminución de caciques.

Los jugadores; de esos, me dicen que ni el menor obstáculo. Me refiero a los que valen de veras, a los que podían formar el formidable team, porque hay otros que "tiran la piedra y esconden la mano".

Nadie quiere secundarle en tan arriesgada y difícil propuesta para conseguir la formación de un equipo vigués fuerte, con proyección nacional e incluso internacional. Pero el proceso se ha iniciado y aunque tardará casi una década en concretarse, ya nadie podrá pararlo.