Al discurso habitual de subrayar el buen trabajo que han realizado sus jugadores durante la semana, Miguel Cardoso añadió ayer el importante papel que puede protagonizar el celtismo ante la visita del Sevilla a Balaídos si apoya incondicionalmente al equipo celeste. Las críticas pueden quedar aparcadas para después de que el árbitro señale el final de la contienda si el Celta suma otra decepción. "Juntos somos más fuertes", proclama el de Trofa desde la sala de prensa de A Madroa en espera de otra demostración de fidelidad de los seguidores del conjunto vigués.

Aunque considere que el Sevilla es uno de los más poderosos de la competición, Cardoso insiste en centrarse en sus futbolistas. Sabe que si recuperan el ánimo y el juego pueden hacerle frente a un rival que viene de encajar una dolorosa goleada en el Camp Nou que le ha apartado de la carrera por el título de la Copa del Rey, que se disputará precisamente en la ciudad de Sevilla.

"Es un equipo competente en diferentes momentos del partido; fuerte, tanto en las transiciones como en el juego organizado; al que cuesta mucho sorprender con transiciones porque se repliega muy bien", sostiene Cardoso al analizar al equipo de Pablo Machín, cuarto clasificado.

Aunque lo importante para ganar hoy, según el preparador céltico, es que los suyos sepan afrontar el partido y se mantengan concentrados los noventa minutos. "Hacer más goles que el contrario siempre es lo que hace la diferencia en el fútbol, pero eso es un cliché. La clave para ganar mañana [por hoy] es que juguemos un partido al límite de lo que podamos". Y en ese empeño por sacar adelante una victoria que se le resiste al Celta desde el 8 de diciembre en Villarreal, Cardoso pone también por delante el apoyo que puedan recibir sus futbolista de la afición hasta que acabe el partido. "Porque así somos más fuertes", conviene.

Aunque el presidente del club dio a entender el lunes que la continuidad de Cardoso en el banquillo céltico dependerá de lo que suceda ante el Sevilla, el técnico de Trofa se muestra optimista y habla de que a su equipo se le presenta "una gran oportunidad" para que "emocione" al celtismo con su juego y así sumar un aliado. "Los chavales se van a dejar la vida, eso lo tengo seguro. Es la honestidad que la afición nos exige. La afición tiene que comprender que juntos somos más fuertes. Es el valor de estar jugando en casa", recordó.

Resta importancia Cardoso a la clasificación y apela a que no le preocupa "nada" . El Celta es antepenúltimo, pero el luso recuerda que hace tres semanas "estabámos peleando por la séptima plaza si ganábamos." Lo importante para él, ahora mismo, es la unión con la afición. Así espera salvar la complicada situación del Celta.