Antonio Mohamed contiene la respiración a la espera de si podrá contar este sábado contra el Eibar con Maxi Gómez. Con su puesto pendiente de un hilo, el preparador argentino tiene la esperanza de recuperar frente al conjunto armero a uno de sus más fiables delanteros y el hombre sobre el que ha pivotado el plan de ataque del equipo en estas nueve primeras jornadas del campeonato.

El artillero celeste se lesionó la rodilla izquierda el pasado martes durante un amistoso con la selección uruguaya en Japón. A su regreso a Vigo, tras someterse a una resonancia magnética, los servicios médicos del Celta le diagnosticaron un leve esguince en el ligamento lateral interno de la articulación con un pronóstico de recuperación de entre diez y quince días, con lo que, en el mejor de los escenarios, Maxi estaría en condiciones de vestirse de corto para el compromiso ante los de José Luis Mendilibar. Su concurso en el partido dependerá de la evolución de la lesión en los próximos cinco días.

Desde su llegada a Vigo el pasado verano el exdelantero de Defensor ha sido un hombre imprescindible en el Celta. La inesperada lesión de John Guidetti a cuatro días del duelo inaugural contra la Real Sociedad la abrió la pasada temporada la puerta de la titularidad, que el uruguayo ha ido consolidando a golpe de goles. En sus siete primeras comparecencias como celeste, Maxi anotó seis tantos y se convirtió en el sostén goleador del equipo dirigido por Juan Carlos Unzué hasta que Iago Aspas tomó el relevo en la octava jornada con un triplete a Las Palmas en el Estadio de Gran Canaria. Entre ambos facturaron el pasado curso la friolera de 40 goles (22 el moañés y 18 el uruguayo), un cifra que no se recordaba en el Celta en casi siete décadas.

En su primera campaña en LaLiga, el joven punta charrúa disputó 36 de los 38 compromisos ligueros dirigidos por Unzué. Se perdió apenas dos, ambos por acumulación de cinco tarjetas amarillas, frente a la UD Las Palmas, en la octava jornada y contra el Sevilla en Balaídos, en la trigésimo primera. Por fortuna para el predecesor de Antonio Mohamed, el Celta ganó muy cómodamente ambos encuentros (2-5 y 4-0) con gran protagonismo de Iago Aspas, que anotó frente a los canarios y los hispalenses los dos primeros tripletes de su carrera en Primera División.

De los 36 partidos en los que fue alineado por Unzué, Maxi completó 29 y solo en 3 (el citado contra la Real Sociedad y los disputados contra el Leganés en Butarque y el Deportivo en Balaídos) estuvo el uruguayo menos de 70 minutos en el campo. La gran campaña en el Celta le abrió a Maxi la puerta de la selección uruguaya y le concedió la oportunidad de participar en su primer Mundial antes de cumplir 22 años junto a goleadores de tanto fuste como su ídolo, Luis Suárez, Edilson Cavani o Cristian Stuani.

El protagonismo de Maxi Gómez en el Celta ha crecido, si cabe, con Antonio Mohamed. A las órdenes del preparador argentino, el artillero celeste suma ya esta temporada cuatro tantos y ha explotado su faceta de pasador proporcionando al equipo cuatro asistencias, solo una menos de las logradas durante todo el pasado curso.

Otro interesante dato: con el uruguayo en la cancha el Celta había marcado al menos un gol en los ocho primeras jornadas de Liga; sin él sobre el terreno de juego, el equipo de Antonio Mohamed firmó el pasado viernes contra el Deportivo Alavés su primer partido de la temporada sin anotar.

Si la recuperación de Maxi Gómez es ahora mismo incierta, el preparador del Celta tiene al menos la certeza de que podrá contar en defensa con el central internacional mexicano Néstor Araújo, quien regresará a la convocatoria celeste después de cumplir sanción en el último partido por acumulación de cinco amonestaciones.