Con aire de resignación, como temiéndose lo peor, compareció anoche Antonio Mohamed en la sala de prensa de Balaídos. Pese a los abucheos de la grada, que consideró acordes con los malos resultados firmados por el equipo, y las dificultades para resolver los problemas que han lastrado su trayetoria en el campeonato, el preparador celeste afirmó sentirse con fuerzas para revertir la situación si se le da "la oportunidad".

"Esto es así. El entrenador depende de los resultados. Eso depende de la directiva y yo trabajaré hasta que me digan que no va más. Nos presentamos todos los días a trabajar con humildad, unas veces las cosas salen y otras no. Espero el lunes estar entrenando y preparar el siguiente partido", observó Mohamed, que aceptó la censura de la grada. "La sensación de la gente es normal porque el equipo perdió, pero hicimos lo necesario para ganar el partido. Lamentablemente un error nos privó de eso y luego el equipo entró en confusión. Se llevaron un premio excesivo, pero no fuimos capaces de hacer gol, esa es la verdad", agregó. Y subrayó: "Estoy con la misma ilusión del primer día. El resultado te deja un poco golpeado, pero tengo 15 años de experiencia en esto y he vivido las buenas y las malas; ahora tocan las malas".

El entrenador del Celta afirma que seguirá insistiendo en su idea de cómo reactivar al equipo. "Vamos a seguir insistiendo con lo que estamos haciendo. Creemos que manejando el trámite del partido y estando cerca del área rival los goles van a llegar. Insistiremos hasta que consigamos un triunfo o hasta el último día que estemos aquí. Insistiremos hasta mejorar", manifestó. A pesar de que, por jugarse en viernes apenas pudo preparar el encuentro con sus jugadores internacionales, Mohamed no justificó en este problema la derrota cosechada ayer. "No tuvimos tiempo para preparar el partido, pero es lo que tocó. Tampoco perdimos el partido por esto", admitió el técnico, que reconoció que un error defensivo condenó de nuevo al Celta y confesó también que el equipo está teniendo en los últimos encuentros demasiados problemas para reponerse cuando recibe un gol en contra.