El Celta dio por concluida ayer con un empate ante el Fulham (2-2) su mini gira por Inglaterra en un duelo en el que el equipo vigués mejoró notablemente cuando su técnico, Antonio Mohamed, decidió recurrir a una defensa de cuatro y aparcó la fórmula de los tres centrales con la que los célticos no acaban de sentirse cómodos en una pretemporada sin triunfos (suman tres empates y una derrota) y cuando solamente les resta un amistoso, ante el Mainz 05 alemán, para completar la preparación de un curso que arrancará el 18 de agosto en Balaídos frente al Espanyol. Los de Antonio Mohamed regresan a casa con la sensación de que todavía les resta mucho trabajo para alcanzar el nivel deseado, con la plantilla sin cerrar y con cinco futbolistas en la enfermería. Roncaglia se sumó ayer a la lista de bajas al sufrir una rotura de fibras. Beltrán debutó con la celeste dejando muy buenas impresiones. Dennis Eckert y Cabral contrarrestaron los tantos de Mitrovic y de Kamara en una primera mitad en la que el conjunto vigués incluso gozó de una clara ocasión para voltear el resultado, pero el remate de cabeza de Mallo se estrelló en el larguero de Fabri, exguardameta del Deportivo. Con los celestes moviéndose más cómodos en el 4-3-3 como sistema táctico, incluso tuvieron opciones de llevarse la victoria de Londres, pero Pione Sisto, Emre Mor y Roncaglia fallaron en boca de gol.

El mal comienzo del Celta en Craven Cottage lo arregló Mohamed reconvirtiendo la defensa de tres centrales y dos carrileros en una línea de cuatro. Era el minuto 25 de partido y el cuadro gallego perdía por 2-1 después de que Mitrovic inaugurase el marcador en el tercer minuto de juego. Reaccionaron con rabia los celestes, que tres minutos después igualaron el duelo con un tanto de cabeza de Dennis Eckert. El delantero del filial fue una de las sorpresas del once titular. El Fulham, sin embargo, mantuvo el dominio del juego ante un rival que concedió demasiadas opciones en defensa. En una de ellas, Kamara recibió en el costado derecho de la frontal y lanzó cruzado. Sergio Álvarez fue incapaz de despejar el balón, que se coló junto al palo derecho de su portería.

El Fulham dejaba en evidencia al rival y demostraba que ya está más rodado porque en una semana afronta la competición oficial en la que sus dueños han apostado fuerte para que el club londinense se convierta en uno de los animadores de la Premier League a base de talonario. Más de 80 millones de euros se ha gastado el Fulham en fichajes y pronto se vio el acierto en la incorporación de Mitrovic, que el primer balón que tocó lo convirtió en gol.

Mohamed, preocupado por los 60 goles que el Celta encajó en LaLiga pasada, no encuentra la fórmula para evitar la sangría. La solución no parece pasar por la defensa de tres centrales, que además resta un atacante. Arriba, con Aspas y Sisto en un gran momento, el Celta continúa siendo demoledor. Ayer, el moañés sacó una falta para que Cabral firmase de cabeza un gol que llevaba el partido a las tablas (2-2) a dos minutos del descanso.

El defensa argentino no volvió en la segunda mitad, pues Mohamed quiso recomponer la defensa de cuatro devolviendo a Mallo al lateral. Con Lobotka y Beltrán manejando el centro del campo, el Celta pasó a controlar el juego y a crear ocasiones de gol. Emre Mor, que reapareció tras las molestias físicas que le impidieron jugar ante el Southampton, apenas dejó detalles de su calidad.

El equipo vigués siguió dominando el juego a pesar del carrusel de cambios que se produjo a partir de la hora de juego de un partido que el Celta pudo sentenciar en el minuto 70 cuando Fabri regaló un remate franco a Emre Mor tras un lanzamiento de Beauvue. Al turco le faltó sutileza en el golpeo y mandó el balón a la grada de un Craven Cottage que dio por bueno el empate de su equipo ante un rival que mejoró cuando su técnico recuperó el esquena habitual, en el que los centrocampistas ganan protagonismo sobre los defensas en la creación del juego. Pero por el momento, al Celta se le resiste la victoria y suma tres empates y una derrota.