Rápido de Bouzas y Celta B se salieron del guión del típico partido de pretemporada. Esta vez, los dos equipos apretaron desde el primero minuto de juego, y la igualada final podría considerarse como un resultado justo, a tenor de lo realizado sobre el césped.

Tras cuatro semanas de entrenamientos y amistosos, una menos para los aurinegros, los equipos comienzan a mostrar sus hechuras de lo que puede ofrecer en el inminente inicio de la competición.

El Rápido de Bouzas no se mostró como ese equipo totalmente nuevo y que hay que conjuntar. Inicialmente, todo hace indicar que Borja Jiménez apostará por un sistema de juego en el que montará dos líneas de cuatro muy juntas, con dos referentes en ataque. En el centro de la zaga, Trigueros se presenta como el jugador de referencia, el que ordena y manda al equipo desde atrás. Por delante, Yago lleva la batuta del equipo, recupera balones y dirige el ataque, y se perfila como el cerebro del equipo. Por las bandas Youssef y David le dan profundidad a un juego ofensivo que tratarán de aprovechar Carnero y Díz.

En el Celta B, Rubén Albés presenta un sistema con dos jugadores por delante, tres en el centro del campo y el alemán Denis en punta. Ayer, sobre el césped de Bouzas, el equipo tuvo problemas para mover el balón en el centro del campo. El sistema empleado por los aurinegros provocaba que el balón circulara directo de la defensa a la zona de ataque, pero ahí comenzaban los problemas. El equipo tenía la posesión, movía el balón, pero tenía serios problemas para buscar la profundidad. De hecho, Drazic tuvo que abandonar en más de una ocasión su posición en banda para bajar al centro del campo para buscar el balón.

Un partido interesante, con muchas cosas para corregir por parte de los dos técnicos, a quince días para el inicio de la competición.