| Desde que la relación entre los responsables del Celta y el Concello de Vigo se ha deteriorado de forma abierta debido a sus diferencias sobre las obras del estadio y la posible mudanza del club, Carlos Mouriño y Abel Caballero son observados con lupa cada vez que coinciden en algún acto público. "Mi relación personal con Abel es buena", aseguraba el presidente céltico en la entrevista publicada por FARO el 16 de abril. Ayer, ante la atenta mirada de los demás asistentes al palco, escenificaron esa aparente cordialidad, desde un primer instante que destilaba frialdad a un saludo que despertó las sonrisas de ambos.