Otra puesta a punto en los jardines de Arzobispo Lago de Vilagarcía

El Concello de Vilagarcía intenta acabar de una vez por todas con los muchos quebraderos de cabeza que le está causando la obra de humanización de la calle Arzobispo Lago, terminada hace poco más de un año y que transformó para siempre el centro de la ciudad vilagarciana.

El problema es que las fuentes y canales que constituyen la imagen principal del plan de embellecimiento del peatonalizado vial nunca llegaron a funcionar bien del todo, llegando a pasar varios meses parados, sucios y con agua estancada.

Otros daños

A lo que se sumaron otros problemas a lo largo y ancho de la calle, como los daños en el pavimento de hormigón, los problemas con el alumbrado y algún que otro acto de vandalismo en el mobiliario urbano.   

Es por todo ello que un año después de la inauguración de la calle Arzobispo Lago siguen realizándose reparaciones puntales para mantenerla en buen estado y tratar de garantizar el correcto funcionamiento de las fuentes, como volvió a suceder ayer mismo.

Y a estas labores se suman los periódicos trabajos de puesta a punto de los maltrechos jardines, donde el césped ha desaparecido casi en su totalidad, al igual que muchas de las plantas colocadas en origen.

La amenaza de los perros

Tratando de corregir la situación, los operarios municipales se encargan esta mañana de adecentar esas zonas verdes de la calle y plantan nuevos elementos ornamentales con los que dar a la calle Arzobispo Lago la imagen de esplendor con la que fue concebida.

Una adaptación de los jardines que, en cualquier caso, muy posiblemente vaya a verse deslucida pronto, si persiste la falta de civismo de algunos ciudadanos que consienten que sus perros pisoteen las plantas e incluso los animan a orinar y defecar en estos jardines.

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