Cambados presenta una queja contra Política Social ante la Valedora do Pobo
La Xunta ni siquiera contestó al Concello la media docena de escritos que se le remitieron pidiendo una reunión |
Samuel Lago, a la izquierda de la imagen, durante la concentración de protesta de enero pasado. / Iñaki Abella
El Ayuntamiento de Cambados ha recurrido a la Valedora do Pobo para denunciar su “desamparo” ante la Consellería de Política Social, que no contesta las reiteradas peticiones del Concello de reunirse para abordar la posible venta del asilo de San Tomé. “Se trata de un tema que entendemos prioritario y de suma importancia para la ciudadanía y en el que el tiempo juega en contra ante la posibilidad de venta y cierre de la misma”, argumentó el Ayuntamiento en su escrito a la Valedora.
El alcalde, Samuel Lago, explica que ya ha pedido seis reuniones por escrito a la Consellería de Política Social. También la pidieron al menos en tres ocasiones por vía telefónica, y en una más acudió en persona a la consellería. Pero la respuesta fue siempre la misma, el silencio. “Estamos cursando una solicitud al mes, pero la consellería ni siquiera contesta. Hace unos días, la conselleira en funciones estuvo en Vilanova, y pudo sacar una hora para acercarse a Cambados o haber avisado, y habría ido yo a Vilanova, pero obviamente no nos quiere recibir porque no tiene nada que decir”, se queja el regidor.
Desde que trascendió el interés de la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de vender el pazo de Montesacro, el gobierno municipal de Cambados manifestó que el Ayuntamiento no podía por sí solo asumir la compra del edificio, valorado en cuatro millones de euros, tanto por su elevado montante económico como por el hecho de que las competencias en materia de servicios sociales son de la Xunta. Por ello, abogó desde un primer momento por apelar a la colaboración de la Consellería de Política Social.
La denuncia queda archivada al proceder de una administración
Pero, una y otra vez, se encontró con que la Xunta le cerraba las puertas sin apenas explicaciones. Cansado de esta situación, el Concello decidió recurrir a la Valedora do Pobo, “porque nos sentimos desamparados”, tal y como indican en el escrito de queja presentado al departamento que dirige María Dolores Fernández Galiño. Pero tampoco aquí han tenido suerte. La Valedora ha archivado la petición de amparo porque, “ninguna autoridad administrativa, en el ámbito de su competencia, podrá presentar quejas ante el Valedor do Pobo”.
En segundo lugar, han archivado la denuncia porque la ley no obliga a la consellería a recibir al Ayuntamiento. “La comunicación presencial con las autoridades no está regulada y por lo tanto no puede considerarse un llamado “derecho a la reunión”, por lo que no es posible realizar la correspondiente fiscalización sobre el mismo”.
“Es un boicot”
Samuel Lago anuncia que seguirá insistiendo, y que en abril remitirá un nuevo escrito a Política Social solicitando una reunión. Está convencido de que el hecho de que no les hayan contestado hasta la fecha obedece, “a un claro boicot por motivos de colores políticos”.
En este sentido, recuerda que la asociación en Defensa do Asilo se reunió con la Diputación de Pontevedra, y que allí ya les dijeron, “que la competencia en este asunto es de la Xunta de Galicia”.
La Xunta tampoco responde a las peticiones de los vecinos
Por el momento no ha tenido mejor suerte con la Xunta la plataforma de familiares de usuarios de la residencia. La asociación Defensa do Asilo de Cambados ha solicitado tres veces por correo electrónico una reunión con el delegado de la Xunta de Galicia en Pontevedra, pero no les han contestado ni una sola vez. La asociación ya se ha reunido por vía telemática con las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y de forma presencial con la Diputación de Pontevedra.
Su intención ahora era abordar el asunto con Política Social, después de que en la Diputación les dijesen que la competencia en la materia era autonómica. Pero no han obtenido respuesta alguna desde Santiago. El presidente de la plataforma, Fernando Patricio, ha manifestado que después de Semana Santa convocará una reunión con los asociados para abordar los próximos pasos a dar.
Por lo demás, los vecinos siguen inmersos en la incertidumbre de no saber qué pasará con sus parientes dentro de seis meses o un año. La congregación religiosa les transmitió que la venta del pazo de Montesacro no era inminente, y que de hecho no tenían ninguna oferta en firme, pero que tampoco iban a mantener la actividad asistencial de forma indefinida, ya que en estos momentos se ha convertido en deficitaria. De hecho, ya hace tiempo que no admiten nuevos usuarios. También se comprometieron a avisar con tiempo a las familias del cierre de las instalaciones, para que puedan buscar una alternativa.
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