Espectacular y esperada tala en el Parque Botánico

Eliminan los árboles que los vecinos llevan tantos años criticando

Constituyen una amenaza para la seguridad de las personas

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Hace unos días, coincidiendo con el temporal de vientos huracanados bautizado como Karlotta, otro árbol se desplomó sobre las propiedades vecinales de la vilagarciana calle de Vista Alegre, causando importantes daños materiales.

Aquella fue la gota que colmó el vaso de la indignación ciudadana, ya que los residentes en la zona llevan años soportando la caída de árboles y ramas, así como pidiendo al gobierno de Ravella la eliminación de esas plantas –de gran porte– que amenazan sus viviendas, y a ellos mismos.

Ravella reacciona

Tras el enésimo incidente, el gobierno de Alberto Varela parece haber reaccionado y ha respondido a las demandas ciudadanas enviando a los operarios municipales a la zona, con la misión de talar una buena cantidad de plantas que estaban a punto de desplomarse también.

La zona de actuación.

La zona de actuación. / M. Méndez

Inicialmente se está actuando sobre los árboles que, preocupantemente inclinados, se situaban sobre las terrazas y demás propiedades privadas, constituyendo su sola presencia una clara amenaza.

Y no solo por la posibilidad de que se caigan a causa del viento o los movimientos de tierra provocados por las lluvias, sino también por el riesgo existente en caso de incendio.

Vista Alegre

Parece que esa eliminación de árboles va a efectuarse a lo largo de todo el Parque Botánico Enrique Valdés Bermejo, en la zona que linda con la línea de edificaciones de la calle de Vista Alegre, tanto en la parte peatonal próxima al pazo del mismo nombre como en la restante.

Son árboles pegados a las casas a la altura de las populares y concurridas zonas verdes del Castro de Alobre y O Castriño.

Los vecinos que denunciaron la situación permanecen muy atentos.

Los vecinos que denunciaron la situación permanecen muy atentos. / M. Méndez

Lugares en los que, por cierto, se sitúa una importante y frondosa masa arbolada interior, en la que también se actuó en días pasados podando y talando plantas que resultaban igualmente peligrosas para los usuarios.

Laureles de gran porte

Como sucede en el tramo de bosque lindante con las viviendas, lo que más abunda son los laureles, muchos de ellos de un porte considerable.

Uno de los trabajadores y, al fondo, una de las vecinas afectadas.

Uno de los trabajadores y, al fondo, una de las vecinas afectadas. / M. Méndez

Aunque también hay robles y castaños que amenazan a las viviendas y cuyas ramas ya han causado desperfectos de consideración en el pasado.

Los vecinos que tantas veces denunciaron esta situación observaban ayer con detenimiento, desde sus terrazas, ventanas y balcones, los intensos, complejos e incluso arriesgados trabajos realizados por los operarios, pues hay que tener presente que trabajan sobre un terraplén de considerable altura.

Algunos de los que veían y valoraban ese esperado saneamiento de la masa forestal del Parque Botánico Enrique Valdés Bermejo, suspiraban aliviados.

Pasan miedo

Lo hacían al ver que los operarios, con ayuda del brazo de una excavadora, cortaban y se llevaban “unos árboles que no nos dejan dormir tranquilos, ya que cuando sopla el viento pasamos mucho miedo, puesto que pueden caer sobre las viviendas en cualquier momento”, relataban.

Ahora el peligro ha desaparecido para siempre. Al menos en algunos de los tramos del parque en los que se trabajaba ayer.

Eso si, a la espera de que la poda continúe durante los próximos días para completar la demandada erradicación total de esos árboles que los residentes consideran “una gran amenaza”.

Los árboles estaban demasiado cerca de los edificios.

Los árboles estaban demasiado cerca de los edificios. / M. Méndez

Algunos de ellos volvían a mostrar ayer las reiteradas denuncias que han presentado en este sentido durante los últimos años, congratulándose al ver que “por fin nos han hecho caso”.

No acaban de fiarse

Si bien es cierto que algunos no acaban de fiarse, por lo que aseguran que estos días van a permanecer “expectantes y vigilantes".

Un operario municipal talando uno de los laureles, ayer.

Un operario municipal talando uno de los laureles, ayer. / M. Méndez

Lo harán así "para ver si de verdad se elimina toda esa línea de árboles que, como hemos repetido hasta la saciedad, incumplen claramente la normativa de seguridad en cuanto a prevención de incendios, además de suponer una clara amenaza para la seguridad ciudadana”.

Quienes así se manifiestan muestran su deseo de que el trabajo que lleva a cabo actualmente el Concello de Vilagarcía en el Parque Valdés Bermejo “llegue hasta sus últimas consecuencias".

Esperan "que no se quede en un lavado de cara con el que quitar solo unos cuantos árboles, en lugar de sacar todos los que afectan a las casas”.

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