Las ruinosas instalaciones de la depuradora Megalmar podrían albergar un complejo turístico

La nave originalmente conocida como Degromosa fue adquirida por Opmega, que la vendió en 2018

Hay empresarios interesados en destinar la parcela a usos hosteleros

El alcalde confirma los contactos

Imagen de archivo en la que se aprecian las instalaciones de la vieja Megalmar (en rojo) y su estratégica ubicación, entre las playas de Raeiros y Area da Cruz.

Imagen de archivo en la que se aprecian las instalaciones de la vieja Megalmar (en rojo) y su estratégica ubicación, entre las playas de Raeiros y Area da Cruz. / Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Los más jóvenes ni siquiera habrán oído hablar de Degromosa o Megalmar, dos empresas del sector mar-industria que, por diferentes motivos, a finales del siglo pasado y principios del actual jugaron un importante papel y fueron objeto de no pocas polémicas en el ámbito de la producción, depuración y comercialización de mejillón.

Actualmente, la gran nave central de la vieja depuradora de moluscos, así como sus depósitos anexos, tuberías y demás infraestructuras, se encuentran en una situación ruinosa, sumidas en el más absoluto abandono. Pero vuelven a ser noticia, ya que hay empresarios interesados en convertir ese espacio en un complejo turístico, aprovechando su estratégica ubicación.

Para quienes no la conozcan, hay que destacar que la vieja Depuradora Grovense de Moluscos (Degromosa) se asienta a la altura de la pequeña playa de Sobre do Pozo, que no es más que la prolongación natural de otras dos zonas de baño mucho más conocidas y concurridas, como son la de Raeiros-Paxareiros y Area da Cruz, poseedoras de la bandera azul siempre que el Concello de O Grove solicitó ese galardón para ellas.

Para más referencia, cabe indicar que se trata del lugar de Balea, justo al lado de los populares y lujosos chalés-aparthotel de Raeiros, en la carretera PO-317, conocida como acceso oeste a San Vicente.

"Milla de oro"

Es decir, el vial que avanza paralelo a la línea de costa, desde A Lanzada hasta Pedras Negras, y se ha convertido durante los últimos años en la nueva “milla de oro” de O Grove.

Prueba de ello es que en sus márgenes se sitúan decenas de hoteles, chiringuitos de playa, restaurantes y otros muchos negocios vinculados al turismo y/o la restauración, algunos conocidos y bien valorados tanto a nivel nacional como internacional.

"Algún empresario se reunió conmigo hace un par de meses y acudió a los servicios municipales de Urbanismo para interesarse por la situación de esos terrenos"

José Cacabelos

— Alcalde de O Grove

Es, sin duda, la zona de O Grove que más ha crecido turísticamente en los últimos años. Y, a buen seguro, la que más crecerá. En realidad, ya lo está haciendo, pues actualmente están en construcción nuevas instalaciones hosteleras y hay proyectadas algunas más.

A las que, como queda dicho, podrían sumarse en el futuro las instalaciones de la vieja Degromosa, si es que finalmente prosperan los planes para transformarlas y levantar sobre las cenizas de aquella industria depuradora un ambicioso complejo turístico.

Instalaciones, cabe recordar, que fueron adquiridas por la Organización de Productores de Mejillón de Galicia (Opmega) –mayoritaria en el sector bateeiro– hace un par de décadas.

La carretera PO-317, que une A Lanzada con Pedras Negras. Al fondo, los chalés de Raeiros. |   //  M. MÉNDEZ

La carretera PO-317, que une A Lanzada con Pedras Negras. Al fondo, los chalés de Raeiros. | // M. MÉNDEZ / Manuel MÉndez

Operación que propició el nacimiento de Megalmar, una firma que estaba llamada a ser una especie de revolución para Opmega y sus asociados, ya que iba a permitir a los productores adentrarse en el mundo de la depuración y comercialización del “oro negro” de batea.

Pero aquello fracasó, y con Opmega sumida entonces en una profunda crisis interna, tanto a nivel económico como organizativo, Megalmar se puso en venta, cerrándose la operación en el año 2018, según confirman en la propia entidad mejillonera, ahora presidida por Ricardo Herbón.

Aspecto fantasmagórico

Un lustro después de aquella venta las instalaciones de Degromosa-Megalmar presentan un aspecto casi fantasmagórico y, sumidas en el abandono, parecen irremediablemente abocadas a la ruina total.

Interior de la antigua depuradora de Opmega conocida como Megalmar, en la antigua Degromosa.

Interior de la antigua depuradora de Opmega conocida como Megalmar, en la antigua Degromosa. / M. Méndez

De ahí la trascendencia de los proyectos turísticos que pueden ayudar a reflotar esta estructura situada a pie de playa que puede ofrecer enormes posibilidades de desarrollo turístico, aunque ahora se caracterice por disponer de una fachada repleta de pintadas que empieza a caerse a pedazos, cristales rotos en las ventanas y maleza creciendo dentro del recinto.

Empresarios "muy interesados"

A preguntas del decano de la prensa nacional, el alcalde de O Grove, el socialista José Antonio Cacabelos Rico, reconocía ayer la existencia de conocidos empresarios del sector turístico “muy interesados” en desarrollar ambiciosos proyectos en el lugar que ocupan esas viejas instalaciones de Megalmar.

“Es cierto que algún empresario se reunió conmigo hace un par de meses y acudió a los servicios municipales de Urbanismo para interesarse por la situación de esos terrenos, dejando constancia de que los consideran idóneos para desplegar ambiciosos proyectos turísticos”, manifestaba ayer el primer edil.

“Y es lógico, teniendo en cuenta que se trata de una zona privilegiada que, efectivamente, bien puede considerarse la nueva ‘milla de oro’ de O Grove, de la comarca y Galicia”, reflexiona el propio Cacabelos cuando indica que “todo ese tramo, entre A Lanzada y Pedras Negras, ha crecido turísticamente una barbaridad en los últimos años, sobre todo en lo referido a negocios de restauración”.

Vieja demanda

Razón por la cual insiste en formular una vieja reclamación, como es instar a la Xunta de Galicia a “mejorar, de una vez por todas, la carretera PO-317, como hizo con la que va desde A Lanzada hacia Portonovo, en el Concello de Sanxenxo”.

Se refiere a la necesidad de “reconstruir las aceras, pintar pasos de peatones, renovar la señalización vertical, limpiar arcenes, mejorar la iluminación y acometer otros servicios o mejoras, acordes con la importancia de ese tramo costero entre A Lanzada y Pedras Negras”.

Así lo hace constar el máximo mandatario meco, sabedor de que “es una de las zonas más hermosas y visitadas de toda Galicia cada verano”.

Reivindación, cabe recordar, con la que coinciden los propios hosteleros y no pocos vecinos de Balea, Bizocas, Raeiros y todo el entorno, igualmente conocedores de la peligrosidad que encierra esa concurrida carretera, sobre todo en temporada alta, cuando recibe una auténtica invasión de visitantes.

“Estamos cansados de reclamar a la Xunta que asuma esa mejora de la carretera PO-317, ya que es de su titularidad, pero, como siempre, tenemos que asistir a su desprecio hacia el pueblo de O Grove, al que sigue discriminando respecto a otras localidades cercanas, a pesar del enorme potencial turístico que tenemos”, lamenta José Cacabelos.

Nuevas instalaciones en una zona que no deja de crecer

Hace un par de años, FARO DE VIGO ya daba cuenta del crecimiento de la nueva “milla de oro” de O Grove, a lo largo de la carretera PO-317. Prueba de ello era que a los nueve campings existentes en San Vicente iba a sumarse, precisamente a lo pies de esa carretera, la construcción de uno más, y de un hotel con servicios de talasoterapia.

Ya se dijo entonces que ese nuevo camping, promovido por la empresa Top Balea Beach S.L., logró permiso para montar un campamento turístico sobre una parcela de casi 9.000 metros cuadrados en la zona de Balea, muy cerca de la playa de Area da Cruz.

Un camping de 24 bungalós provisto de un inmueble para recepción, cafetería y supermercado, además de parque infantil e instalaciones deportivas, zona verde y aparcamiento.

La parcela elegida, de forma rectangular y unas dimensiones aproximadas de 124 metros de largo por 72 de ancho, estaba urbanísticamente calificada como “suelo rústico de mejora ambiental y paisajística".

Este no es, ni mucho menos, el único ejemplo del crecimiento experimentado en el entorno de la carretera que une A Lanzada con Pedras Negras.

Ese lugar que incluso el alcalde meco considera “la nueva milla de oro” y que puede salir reforzado si las viejas instalaciones de Degromosa-Megalmar se convierten en un complejo turístico.

La fachada principal de las viejas instalaciones de Megalmar, pertenecientes a Opmega. |   //  M. MÉNDEZ

La fachada principal de las viejas instalaciones de Megalmar, pertenecientes a Opmega. / Manuel Méndez

Un desembolso cercano a los 3 millones

Cuando se habla del pasado de Dregromosa y lo que se convertiría, durante un breve periodo do de tiempo, en Megalmar, no está de más recordar que la primera fue una depuradora adquirida por Opmega a principios de siglo.

Javier Figueira y Esteban Paz Mariño fueron entonces los presidentes de esta organización mayoritaria del sector bateeiro, que tenía en aquellos momentos el doble de asociados que ahora, y desembolsó alrededor de 1,9 millones por la depuradora propiamente dicha y los terrenos en los que se asienta.

A lo que se sumó un importante gasto en maquinaria, acondicionamiento de las instalaciones y otros gastos que elevaron el desembolso final hasta cerca de 3 millones de euros, según explicaban en octubre de 2007 las fuentes consultadas por el decano de la prensa nacional.

Las instalaciones están situadas al lado del mar.

Las instalaciones están situadas al lado del mar. / M. Méndez

Las cosas no fueron bien, de ahí que en 2008, FARO DE VIGO destapara que Opmega, ya presidida por Francisco Dios, necesitaba imperiosamente deshacerse de Megalmar, porque nunca funcionó como se esperaba y generó una importante deuda.

Para saldarla, la agrupación buscaba a alguien que comprara o alquilara las instalaciones, llegando incluso a negociar con compañías tan potentes en aquel momento como Pescanova.

Aquello solo contribuyó a desestabilizar, más si cabe, a una Opmega entre cuyas asociaciones adheridas ya las había con depuradora propia, y temían acabar siendo controladas por una empresa privada como Pescanova.

Además se encontraba en tramitación la nueva y contestada Lei de Pesca de Galicia, pues algunos miembros de Opmega temían que Pescanova pudiera tener control total sobre las bateas y la renovación de concesiones que se anunciaba entonces.

Al hablar del pasado de Megalmar, que llegó a entrar en quiebra técnica y afrontó un complejo proceso de suspensión de pagos, hay que resaltar, asimismo, que llegó a barajarse una deuda acumulada de 945.000 euros.

La consecuencia inmediata de aquello fue una bajada de precios de su mejillón, dejando el europeo en 0,40 euros el kilo, el normal en 0,60 y el especial, en 0,80.

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